Comisionado del INAI

Más vale prevenir que dejarte hackear

Sin duda los riesgos digitales seguirán, pero se pueden disminuir con una cultura de prevención y autocontrol, con el uso responsable y respetuoso de la tecnología.

A propósito del Día de Internet Segura y la reciente celebración del Día Internacional de Protección de Datos Personales, es necesario hacer un ejercicio de autocrítica y responder ¿hasta qué punto cuidamos nuestros datos personales en el mundo digital? ¿Estamos conscientes de la información que permitimos sea accesible para los demás, tal vez a cambio de una interacción en las redes sociales, o bien, para ingresar a algún concurso u obtener una promoción?

Nuestra rutina diaria incluye cuestiones básicas de protección y seguridad; algunos ejemplos son: cerrar las ventanas cuando no estamos en casa, colocar cortinas o persianas para cuidar de nuestra privacidad, no contestar llamadas de números desconocidos, no abrir la puerta a extraños, etcétera; no obstante, esta misma precaución no siempre se traslada cuando se trata de la vida digital.

Un estudio elaborado por Nordpass, quien da un servicio de gestión de contraseñas, reveló las peores 200 contraseñas de 2020, enlistando así las veces que una contraseña ha sido expuesta, cuántas veces se tiene registro que ha sido utilizada e, incluso, el tiempo que tomaría descifrarla; concluyendo que el uso de contraseñas simples que se pueden recordar fácilmente es el común denominador.

Con utilizar claves con números consecutivos '123456', palabras obvias 'contraseña', sin caracteres especiales o con caracteres repetidos 'aaaa', se podría permitir que se acceda a nuestra información personal y valiosa en menos de un segundo, peor si se ocupa información personal para elegir las claves, como fechas de nacimiento, teléfonos particulares, entre otros. Lo anterior no es tema menor, equivale a dejar 'medio abierta' la puerta de la casa cuando tenemos que salir.

El avance tecnológico que a nivel mundial ha habido desde hace ya algunos años, ha hecho que gran parte de la sociedad involucre su día a día en desenvolverse en una esfera digital, en relacionarse, convivir y desarrollarse dentro de las tecnologías de la información.

Hoy, para muchas personas, es difícil concebir trabajar, estudiar y vivir alejado del internet o el celular; según datos de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares de 2019, 70.1 por ciento de la población de seis años o más en México ya era usuaria de internet; el año pasado la Encuesta del Consumidor Digital reveló que los mexicanos pasan en promedio 94 horas en línea cada semana. Este incremento en el acceso a las tecnologías implica también estar expuestos a otros riesgos y amenazas que debemos conocer y de los cuales debemos hacernos cargo.

Existen elementos de autocontrol y preventivos que son, por sí mismos, el primer freno para no ser susceptibles a una vulneración de datos personales: no abrir correos sospechosos, contar con un antivirus y actualizarlo, tener precaución a la hora de utilizar redes wifi públicas, no dejar sesiones abiertas de manera permanente, depurar las cookies, borrar el historial de navegación, emplear contraseñas seguras y no compartirlas, además de modificarlas periódicamente, son solo algunas de las cosas básicas y mínimas que podemos hacer para disminuir la fuga de información y el acceso no autorizado a nuestros datos y los de nuestras hijas e hijos, riesgos a los que nos enfrentamos en la vida digital.

¿Hasta qué punto estamos dispuestos a subir información personal a cambio de un like o un me gusta? Debemos concientizarnos como sociedad que la responsabilidad en el cuidado de nuestra información recae también en los hábitos digitales que tenemos y que enseñemos a nuestros hijos e hijas.

Sin duda los riesgos digitales seguirán, pero se pueden disminuir con una cultura de prevención y autocontrol, con el uso responsable y respetuoso de la tecnología. El INAI es la única autoridad en México facultada para vigilar y cuidar los datos personales entre particulares, y es cada persona la primera aliada que tiene para cumplir su cometido, sólo así seguiremos avanzando para tener #UnINAIparaTodasyTodos.

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