El pasado 31 de marzo concluyó su encargo el comisionado Francisco Javier Acuña Llamas, el último de las comisionadas y los comisionados que hace nueve años fueron nombrados como integrantes del primer Pleno del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), que en ese entonces emprendía su importante labor como organismo constitucionalmente autónomo, para garantizar en México los derechos de acceso a la información y protección de datos personales.
Esta fecha significó la terminación de un ciclo que, sin duda, sentó las bases para que hoy el INAI esté consolidado como una institución referente a nivel internacional en la protección de los dos derechos humanos que tutela, pero también dio inicio a una etapa sin precedentes ya que, con la salida del comisionado Acuña, el máximo órgano de decisión del INAI quedó conformado con solo cuatro integrantes, lo que ocasiona que no pueda sesionar legítimamente, ya que la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública, en su artículo 33, señala que las sesiones serán válidas cuando asistan al menos cinco comisionadas y comisionados.
Las razones por las que ahora el Pleno del INAI se encuentra incompleto son ampliamente conocidas, por lo que en esta ocasión quiero profundizar en las acciones que estamos impulsando para contrarrestar los efectos de esta situación.
En primer lugar, debo resaltar que el INAI no se paraliza ni desaparece, como erradamente se ha referido desde algunos sectores. Si bien el Pleno es la más alta autoridad dentro del Instituto, lo cierto es que el INAI está conformado por mujeres y hombres que día a día ponen su mayor esfuerzo y dedicación para garantizar los derechos de acceso a la información y protección de datos personales de toda la sociedad mexicana.
Asimismo, hemos encontrado grandes aliados en la defensa de nuestra Institución como lo son cada uno de los 32 organismos garantes locales, el Consejo Consultivo, las organizaciones de la sociedad civil y, por supuesto, las personas que cotidianamente ejercen sus derechos.
Es por ello que en el INAI, siendo responsables del encargo que tenemos encomendado, hemos utilizado las herramientas legales a nuestro alcance para que los derechos de acceso a la información y protección de datos personales de las y los mexicanos se vean lo menos afectados posible.
De esta manera, interpusimos una controversia constitucional para que sea la Suprema Corte de Justicia de la Nación quien determine lo que corresponda, y también aprobamos diversos acuerdos que nos permitirán continuar con algunas de nuestras actividades.
Con lo anterior, seguiremos atendiendo las solicitudes que ante el INAI se presenten como sujeto obligado de las Leyes de Transparencia y Datos Personales y promoviendo políticas de transparencia proactiva, gobierno abierto, datos abiertos y datos personales.
Asimismo, continuaremos socializando los derechos de acceso a la información y protección de datos personales, realizando las verificaciones de las obligaciones de transparencia, los cursos de capacitación y el acercamiento con los sujetos obligados y responsables en materia de datos, y mantendremos la labor como integrantes del Sistema Nacional de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales.
Finalmente, seguiremos recibiendo, turnando y sustanciando las quejas que se presenten en materia de acceso a la información y protección de datos personales, tanto en el sector público como en el sector privado, en espera de que éstos puedan votarse.
Que quede claro, los derechos no se suspenden completamente, de modo que todas las personas interesadas pueden seguir ejerciéndolos, ya sea mediante la presentación de solicitudes o recursos de revisión, y pueden tener la plena certeza de que el INAI continuará trabajando para garantizar el cumplimiento de los derechos humanos que tenemos a nuestro cargo.
El INAI no se detiene, porque todas y todos somos INAI.
El autor es comisionado del INAI.