Opinión

Las PyMES: el motor en espera de vacunación

Las PyMES siguen esperando recibir ayuda ante el muy complicado panorama que enfrentan.

A pesar de las alertas levantadas por el INEGI, las PyMES siguen esperando recibir ayuda ante el muy complicado panorama que enfrentan. Esperan su vacuna para sortear la crisis, ya que, a pesar de ser reconocidas como el principal motor de la economía, con un 52% del PIB y un 79% de los empleos, no encuentran programas gubernamentales ni apoyo en la banca para sortear la crisis.

Vivimos dos crisis: una sanitaria y una económica. Hay una crisis sanitaria de la que se habla todos los días y sobre la que se toman medidas y se informa a diario de los avances.

En la crisis sanitaria hay la conciencia de que se requiere una acción coordinada: sabemos que contra el COVID nadie puede solo y frenar la pandemia es un acto colectivo. Aquí tenemos una meta: llegar a la “inmunidad de rebaño”. Cuando la población en su conjunto alcanza un nivel de inmunidad superior al 70–85%, se puede considerar que el riesgo de transmisión es muy bajo y la pandemia cederá. En fin, hay metas, programas y acciones a la vista.

Sin embargo, en paralelo se ha desatado una gran crisis económica que, igual que en la crisis sanitaria, le está pegando más fuerte a los más desprotegidos, en este caso, las PyMES. Para enfrentar adecuadamente la crisis económica y retomar el crecimiento será necesario dar un apoyo decidido a las PyMES, prevenir más cierres de empresas y facilitar la inversión.

Un tercio de los 4.86 millones de micro, pequeños y medianos negocios reportados en 2019 cerraron sus actividades en 2020 (un millón 629 mil negocios), cancelando 4.1 millones de puestos de trabajo, según el último Estudio sobre la Demografía de los Negocios (EDN) 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Aún considerando que surgieron 619 mil nuevas empresas, la pérdida neta fue de un millón 10 mil de negocios (20%) y 3 millones de empleos. Ambas cifras deberían alarmarnos.

El cierre masivo de PyMES es producto de la recesión económica, que inició en 2019 y se agravó como consecuencia de los confinamientos en 2020. Pero también es producto de la falta de un plan económico para el apoyo a las PyMES, tanto por parte del gobierno como de la banca.

Por más que digan “háganle como quieran”, nadie puede solo

Durante su informe de los primeros 100 días del tercer año de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió que la economía volverá a mediados de año a alcanzar los niveles previos a la pandemia y señaló que ya se recuperaron 583,013 del millón de empleos que se perdieron en 2020 “gracias al apoyo de los migrantes”. No obstante, evitó mencionar el millón y medio de negocios que cerraron definitivamente en 2020, o la estrategia (si es que existe alguna) para evitar que continúe el problema. En la crisis económica no hay metas, ni planes, ni rendición de cuentas.

Según el investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM César Salazar, un programa que podría ayudar de manera importante a las PyMES sería que el gobierno fuese quien diera garantías para que los bancos puedan otorgar préstamos. Ya ha pasado antes. El gobierno federal no ha señalado nada al respecto. Por otro lado, vemos que el costo de los energéticos está subiendo; dependiendo la industria, los costos derivados del consumo de energía pueden subir. El sector servicios es el menos afectado, pero hay otras industrias que sí se verán afectadas y serán estas quienes recurran a amigos y familiares para financiarse o apoyarse en sus mismos proveedores y pagar en plazos de 100 a 150 días”, externó.

A diferencia de otros paises, donde las PyMES han recibido apoyos prioritarios mediante condonaciones de impuestos, apoyos directos y créditos blandos por parte del gobierno, en México el sector público se ha quedado al margen a pesar de que el gobierno tiene acceso a financiamiento de largo plazo a nivel internacional a tasas bajas, puede dar apoyos e instrumentar programas que nadie más puede hacer. Tampoco ha habido interés en apoyar desde el sector privado, donde la banca comercial suma tres años consecutivos de reducción en la colocación de crédito a PyMES, según datos de la CNBV. Ante la crisis, las PyMES miran con envidia los apoyos otorgados a Pemex y CFE. Sin entender que hicieron mal, esperan que les den una vacuna, una línea de vida.

Será hasta 2029 cuando recuperemos el PIB per cápita de 2018

Una meta común para medir cuándo ya nos habremos recuperado de la actual crisis económica es el momento en que recuperemos el ingreso per cápita que teníamos previo a la crisis. Según análisis revisados en la sesión más reciente de planeación de la empresa, no será sino hasta el año 2030 que regresemos al PIB per cápita del año 2018, considerando un crecimiento anual del 6% en 2021 seguido de un crecimiento económico inercial del 2% anual. Con un crecimiento poblacional del 1% anual, deberíamos observar crecimientos sostenidos mayores al 5% para alcanzar una mejora en el nivel de vida en términos reales.

La preocupación debería ser que, de seguir todo igual, el periodo 2020-2030 puede ser una década de estancamiento, una década pérdida.

Según César Salazar, la recuperación de la economía mexicana será lenta. “En esta crisis no experimentaremos un rebote rápido como en el que se dio en 2009 o en 1995, ya que no actualmente existen condiciones que permitan proyectar un escenario parecido. Veremos una parálisis en la economía local”, consideró.

No todos los sectores enfrentan la misma perspectiva

Sin embargo, aún dentro de este estancamiento, hay sectores —y empresarios— que tienen oportunidades y apoyos para materializarlas.

Mucho se ha dicho sobre que, gracias a la recuperación económica de los Estados Unidos, se abrirán buenas oportunidades para los sectores ligados a la exportación. Sin embargo, hay otros sectores que hoy están viviendo una etapa de auge, tales como el sector de las Fintech, el de comercio electrónico y el de servicios de atención a la salud.

Aplicando nuevas tecnologías e innovación, las Fintech están dando el ejemplo de cómo crecer a pesar de la crisis. Estamos viviendo muchísimos nuevos emprendimientos que ofrecen soluciones financieras novedosas a PyMES con apoyo financiero de fondos y aceleradoras. Gracias a estas nuevas opciones de financiamiento, las PyMES están abriendo nuevas oportunidades y modernizándose.

De acuerdo con un estudio de la Agencia Mexicana de Venta Online (AMVO), 6 de cada 10 PyMES encuestadas se digitalizaron para sobrevivir y reconfiguraron su modelo de negocio para vender a través de internet, lo cual representa un incremento del 95% en comparación con 2019. Para Carlos López Jones, economista y consultor de la agencia Tendencias.mx, las pequeñas y medianas empresas tuvieron que vender en línea para no morir. La apertura de este nuevo canal no solo les ha dado una mayor presencia con sus clientes, sino que las está incentivando a considerar nuevos mercados, incluyendo la micro-exportación.

Sabemos que podemos crecer más, creamos en los empresarios mexicanos y apoyémoslos a dar el siguiente paso. Respondamos adecuadamente a las PyMES, este gran motor de la economía, con apoyos, financiamiento y soluciones adecuadas a sus necesidades. La recuperación económica depende de ellas.

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