Pablo de la Peña

Pablo de la Peña: La inflación va hacia arriba, y el PIB hacia abajo

No hay duda de que el Banco de México seguirá tomando decisiones en pro de una política monetaria restrictiva, aunque con ello se corre el riesgo de frenar aún más la ya lenta recuperación de la economía

El Banco de México dio a conocer hace unos días los resultados de su encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado del mes de febrero. A pesar de que en estos resultados no se muestra aún el impacto potencial de la invasión de Rusia a Ucrania, podemos ver que las expectativas cada vez son menores para el crecimiento de la economía mexicana, y peores para la tasa de inflación, y como es de esperarse también para las tasas de interés. Ahora se espera que el Producto Interno Bruto de México crezca en el 2022 un 2.04 porciento.

Recordemos que en los Criterios Generales de Política Económica para el 2022, la Secretaría de Hacienda calculó su presupuesto de ingresos considerando un crecimiento en el PIB del 4.1 porciento para este año; la estimación actual del sector privado es prácticamente la mitad de lo que el Gobierno estimó hace algunos meses. Esta reducción responde, en principal medida, a la falta de inversión productiva en el país, tema que ya hemos comentado en muchas ocasiones en este espacio, y también a la lenta recuperación de la cadena de suministro en productos e insumos claves para la producción y la exportación. La inflación se mantiene alta aún, y aunque se entiende que los mismos factores previamente mencionados han presionado el nivel de precios, la invasión en Ucrania está presionando aún más el precio de los combustibles lo que impactará de manera importante en el costo de la transportación y, como consecuencia al nivel de precios nuevamente.

En enero del 2020 la inflación anual fue del 3.24 porciento, aún no teníamos el efecto de la pandemia; en enero del 2021 fue del 3.54 porciento, aún no se veía ninguna recuperación en la economía que incrementara la demanda de productos y presionara el nivel de precios, aunque ya había problemas con la cadena de suministro; sin embargo, este enero del 2022 la inflación llegó a 7.07 porciento. No hay duda de que el Banco de México seguirá tomando decisiones en pro de una política monetaria restrictiva, aunque con ello se corre el riesgo de frenar aún más la ya lenta recuperación de la economía. Recordemos que altas tasas de interés, aunque ayudan a reducir la inflación, también contraen el crédito que ayuda a la realización de proyectos de inversión productiva y a la adquisición de bienes y servicios.

Ahora bien, los especialistas en economía del sector privado identifican los siguientes tres factores que principalmente podrían obstaculizar el crecimiento de la economía mexicana en el 2022 (1) incertidumbre de la política interna, (2) problemas de inseguridad pública y (3) debilidad del mercado interno; claramente, los respondientes aún no tenían en el radar el tema de Ucrania, pues aún no había sucedido. Sin duda alguna, en la siguiente encuesta para el mes de marzo, las condiciones cambiarán, y muy probablemente las expectativas de crecimiento para el PIB de México para este 2022 serán aún menores.

Hemos visto que el precio del barril de la mezcla mexicana de petróleo ha alcanzado niveles históricos, superando los 110 dólares por barril, aunque esto pueda representar ingresos extraordinarios por la exportación de petróleo, recordemos que López Obrador ordenó que se dejara de exportar petróleo en el 2023 para mejorar la autosuficiencia energética, y aunque este año podríamos tener mayores ingresos por la exportación de petróleo, también significa que habrá una repercusión en el precio de los combustibles en este año. Lo que impactará nuevamente al nivel de precios de los productos después de su transportación y en la producción de muchos otros bienes derivados del petróleo.

Volvemos nuevamente al tema principal ante todo este contexto adverso, y es la falta de inversión productiva en el país. La inseguridad se está claramente incrementando y ni el sector productivo nacional ni el internacional ven un ambiente de confianza para la inversión en México; si la administración de López Obrador quiere darle la vuelta al rumbo de la economía en los siguientes tres años del sexenio, tendrá que crear las condiciones que favorezcan a la inversión, a la creación de empleos formales y a la atracción de inversión extranjera directa. Yo recomendaría, menos “verbo mañanero” y más acciones concretas para hacer crecer la economía.


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