Pablo de la Peña

Pablo de la Peña: Aún no hay condiciones para el despegue económico

El Banco de México dio a conocer hace unos días los resultados de su encuesta a especialistas en economía del sector privado para el mes de agosto, y las expectativas de crecimiento mantienen un ligero optimismo para este año.

El Banco de México dio a conocer hace unos días los resultados de su encuesta a especialistas en economía del sector privado para el mes de agosto, y las expectativas de crecimiento mantienen un ligero optimismo para este año. De acuerdo con esta encuesta, la expectativa promedio es que la economía crezca en el 2021 un 6 por ciento, pero para el 2022 se espera que la economía crezca sólo un 2.81 por ciento.

Esto, responde de manera entendible al rebote que esperamos ver en este 2021 después de la fuerte caída en el 2020 para la economía mexicana. Sin embargo, un crecimiento menor al 3 por ciento para el 2022 responde claramente a la falta de condiciones en el país para hacer que la economía despegue.

En su informe anual el presidente López Obrador presumió signos de recuperación en la economía y mejores resultados positivos que sus antecesores en todos los indicadores económicos y sociales. Sin embargo, el INEGI y CONEVAL tienen otros datos. Para hacer un análisis más justo, creo que podemos comparar los primeros tres años de López Obrador con los primeros tres años de los presidentes previos. Usando datos del INEGI y de CONAPO podemos calcular que el PIB real creció un 4 porciento en los primeros tres años de Vicente Fox, un 3.4 porciento en los primeros tres años de Calderón, un 13.70 por ciento en el mismo periodo para Peña Nieto, y hasta el segundo trimestre del 2021 un -1.5 por ciento para López Obrador.

El PIB per cápita ha tenido crecimientos menores, sólo 1.20 por ciento para Fox, 0.30 por ciento con Calderón, 10.9 por ciento con Peña Nieto y un -2.4 por ciento con López Obrador en el mismo periodo de comparación. Uno de los indicadores más importantes para López Obrador es la pobreza en México, al menos en el discurso oficial toda su política social ha estado orientada a reducir la pobreza; sin embargo, en estos primeros tres años vamos a cerrar con 7 por ciento más de pobres en México que cuando tomó posesión López Obrador, al pasar de 51.9 a 55.6 millones de pobres.

En los primeros tres años de Calderón también se incrementó el número de pobres en el país un 6.7 por ciento, y solamente con Peña Nieto el número de mexicanos en pobreza se mantuvo ligeramente igual en 53.4 millones. Es difícil reducir la pobreza si no podemos incrementar el número de empleos formales.

Respecto a la población ocupada total, en los primeros tres años del Calderón se crearon 2.8 millones de empleos, en el mismo periodo durante Peña Nieto se crearon 3.2 millones de empleos, y con López Obrador se han creado 1.1 millones de empleos. Claro que hay que destacar que la pandemia ha sido un factor fundamental para impedir la creación de nuevas fuentes de empleo.

Sin embargo, y regresando al tema que destaqué al inicio, no hay condiciones claras para que la economía mexicana inicie un crecimiento rápido y sostenido, por ello las expectativas de crecimiento son tan bajas para el 2022 a pesar de estar saliendo de una crisis económica producida por la pandemia.

En agosto del 2018, los resultados de esta misma encuesta de Banxico mostraban que el 48 por ciento de los analistas del sector privado estaban preocupados por temas relacionados a la gobernanza del país, particularmente sobre la inseguridad, incertidumbre política y falta de estado de derecho; en segundo lugar, se encontraban los factores externos sobre el comercio exterior de México.

Ahora en esta última encuesta de agosto, los factores relacionados con la gobernanza siguen estando en primer lugar con el 50 por ciento, tales como la incertidumbre política, los problemas de inseguridad y el estado de derecho; pero ahora en segundo término se encuentran los factores internos relacionados a la debilidad del mercado nacional, la incertidumbre de la economía mexicana y la ausencia de algún cambio estructural en la economía del país. En el 2018 no se percibía una debilidad significativa en la economía doméstica, como ahora.

Todo indica que el enfoque económico de esta administración seguirá siendo en los proyectos magnos e insignia del presidente, mismos que no abonarán mucho a crear condiciones estructurales para el despegue de la economía doméstica; el presumir el incremento de las remesas que hemos tenido no es logro de ninguna política de desarrollo y sostenibilidad actual, es principalmente resultado lamentable de que no podemos crear fuentes de empleo formales y bien pagadas, y por ello nos tienen que mandar dinero del extranjero para compensar lo que aquí en este país no podemos generar.

Pablo de la Peña

Pablo de la Peña

Decano Asociado de Educación Continua de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno y director de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública, profesor del Tec de Monterrey de Economía y de Gestión Pública Aplicada.

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