Carlos Peña: Origen y efectos macroeconómicos de la guerra de Rusia y Ucrania

La Guerra de Rusia y Ucrania tiene sus origenes hace poco más de 30 años, cuando se disuelve la antigua Unión Soviética y todos los territorios se convierten en Repúblicas Independientes y derivado a esto una posición que obliga a Ucrania con la OTAN (La Organización del Tratado del Atlántico Norte), donde se pierde de la influencia de Rusia sobre este país, pero también lo contrario, el triunfo para Rusia y una derrota para la Unión Europea.

El 24 de febrero el presidente Vladimir Putin emite un mensaje al mundo en el que declaraba de facto la guerra a Ucrania y que previo Biden venía anunciando semanas antes, hasta que Rusia reconoció la independencia de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk que se encuentran en Donbass hasta ahora Ucrania y que siempre había enfrentamientos constantes entre Prorrusos y ucranianos en un ambiente tenso.

Tras el anuncio del presidente de EU, Joe Biden de restringir importaciones tecnológicas y el bloqueo del sistema financiero de los principales bancos rusos, el impacto macroeconómico que están afectando son en tres sectores principalmente, el Sector Energía, los mercados Financieros y el Sector Agrícola, sin duda puntos importantes que causan incertidumbre y sectores que podrían llevarnos a una continuidad de la pandemia del Covid a un “Tsunami” inflacionario, estos tres sectores han causado una incertidumbre de crecimiento económico.

La repercusión Geopolítica alcanza a todo el mundo derivado a la globalización que existe en un sistema económico y México no está exento, aunque estemos tan lejanos, en el sector energético se empezaron ver en los precios del petróleo y en contratos de abril rompió la barrera de 100 dólares en horas y de acuerdo a históricos no había pasado desde más de 7 años en el WTI, y la mezcla mexicana marca la misma tendencia.

Aunque se esté promoviendo y la tendencia sea la energía limpia, sustentable para el futuro, el 90 por ciento sigue siendo el sector de energía a base de petróleo y la repercusión de la guerra de Ucrania podría llegar a un precio del petróleo a más de 120 dólares barril, lo que pone en riesgo el PIB y podría elevar el riesgo económico para nuestra economía ya que afectaría a la industria y a los servicios por efectos de los precios de gasolina, gas, diésel y electricidad.

Y el Agrícola, Rusia es uno de los principales productores de fertilizantes con precios más bajos y es el segundo productor del mundo en potasa un importante nutriente para cosechas y cultivos, así como el Níquel, Paladio, Uranio, también como principal productor de cereales por encima de Estados Unidos y Canadá, principal exportador de Trigo a la Unión Europea con el 25 por ciento del total.

Recientemente S&P quitó a Rusia el grado de inversión, degradando la deuda en moneda extranjera del país a chatarra. La agencia señalo que las sanciones occidentales a los bancos rusos y el endurecimiento de las restricciones evitarán que el país pueda refinanciar su deuda. Y por otra parte S&P y Fitch redujeron la calificación crediticia a Ucrania debido al impacto que la guerra tendrá en su economía, entre otros factores.

El precio de una guerra es sin duda invaluable no sólo en las pérdidas humanas, la destrucción de un país donde la cultura y tradiciones, la economía, y el gobierno se pierde, sino también la guerra tiene un costo de uso Tecnología, Inversión y Financiamiento, que al final la pagamos todos, ya que la recuperación de la economía es gradual y el primero que sale de una crisis es el más poderoso y después los demás países.

Me parece que después de una guerra o un conflicto internacional las grandes potencias estarán en un desgaste económico, se abrirán más oportunidades bajo una relación en América Latina.

¡Hasta la próxima!

El autor es Contador Público de la UANL, con Maestría en Administración Financiera (EDEC). Es Director General de Open Opportunities Consulting Group, asesor certificado y coach financiero, conferencista y asesor en estrategias de inversión.