New York Times Syndicate

Un vistazo a las últimas compras de Apple

La compañía de la manzana a diferencia de otras grandes tecnológicas ha evitado fusiones impresionantes y preferido una serie de transacciones más reducidas en donde ve oportunidades en los mercados. 

Una compañía utilizó sensores para leer los movimientos corporales. Otra recomendó programas de televisión. Varias otras ofrecieron servicios de ubicación y mapeo.

Todas tenían al menos algo en común: estaban entre las más de 20 compañías relativamente pequeñas que Apple dice que ha comprado en los últimos 15 meses.

Mientras compañeras gigantes de la tecnología han llegado a transacciones milmillonarias en los últimos años para agregar nuevos brazos significativos a sus negocios – como Facebook que compró WhatsApp en unos 19 mil millones de dólares y Microsoft que adquirió el negocio de los aparatos de Nokia en más de 7 mil 100 millones de dólares _, Apple se ha aventurado por un camino distinto.

La compañía ha evitado fusiones impresionantes y preferido una serie de transacciones más reducidas, usando a las compañías para apuntalar o llenar huecos con productos que ya existen o se están desarrollando.

No obstante, en los últimos años, Apple ha incrementado gradualmente su gasto total en estas adquisiciones. En el último trimestre, por ejemplo, gastó 525 millones de dólares en adquisiciones, casi el doble de lo que desembolsó en el mismo periodo de hace un año.

Y si bien las transacciones pueden ser reducidas – en particular, dada la reserva de efectivo de casi 160 mil millones de dólares – ofrecen una ventana hacia dónde se dirige la sigilosa compañía, así como qué productos y servicios está tratando de construir o mejorar.

La mayor adquisición de Apple el año pasado fue PrimeSense, una empresa con cerca de 150 empleados, que adquirió en entre 300 millones y 350 millones de dólares, según informes. PrimeSense desarrolló sensores que ayudaron a Microsoft a permitir que los dueños de las Xbox controlaran los juegos con movimientos corporales, y algunos analistas dicen que Apple podría, al final, aplicar las habilidades y la tecnología de PrimeSense a un televisor.

Asimismo, Apple compró Matcha.tv, un servicio que recomendaba cosas que ver en la televisión, otra adquisición que indica su fuerte interés en la sala de la casa. Y su compra de servicios de localización de datos, como Locationray, HopStop y Embark, sugiere un interés resuelto en servicios de internet, en especial, mapeo, entre los que se ha criticado duramente a Apple por carecer de la competencia de sus competidores Google y Nokia.

"Están invirtiendo preventivamente en áreas en las que piensan que hay oportunidades de crecimiento", señaló Ben Bajarin, un analista en tecnología para el consumidor en Creative Strategies, quien hace el seguimiento de Apple. "Sin duda que Apple está un poco más centrada y se inclina más en su enfoque y disciplina sobre las cosas que compra".

Sin embargo, a medida que se ha desacelerado el crecimiento de las ganancias de Apple en el último par de años, algunos magnates y analistas han pedido a la compañía que entre en otros mercados y genere nuevos flujos de ingresos mediante una transacción que cambie las cosas.

Inversionistas y analistas han sugerido que Apple debería comprar Tesla para construir automóviles, a Facebook para entrar en la publicidad, Netflix para profundizar en el sector del entretenimiento e, incluso, Yahoo para entrar en el negocio de las búsquedas. Apple declinó comentar para este artículo, pero no parece que ninguna de esas posibilidades se acerque a la realidad.

No obstante, Timothy D. Cook, el director ejecutivo de la compañía, ha dicho en el pasado que Apple no tendría ningún problema en pagar miles de millones de dólares por otra compañía, si eso la ayudara a tener productos de más alta calidad.

Y la compañía está muy consciente de cuánto puede ayudar una transacción exitosa. En 1996, Apple adquirió NeXTY, la compañía de computadoras que fundó Steve Jobs después de que lo obligaron a abandonar Apple, en gran parte para que regresara a la compañía. Resultó ser una de las adquisiciones tecnológicas más transformadoras de la historia: con Jobs de regreso al timón, Apple surgió de la casi bancarrota a ser una compañía dominante.

Sin embargo, en general, gastar grandes cantidades de dinero en adquisiciones conlleva grandes riesgos, dijo Brent Thill, un analista en UBS AG, una empresa de servicios financieros que tiene clientes en el sector tecnológico.

Para empezar, los fundadores de una compañía adquirida – el talento estrella que recibe la mayor parte del dinero en una adquisición de precio elevado – tienden, a menudo, a tomar el dinero y correr a otra empresa nueva. Por otra parte, puede haber desacuerdos culturales: es posible que una empresa pequeña, centrada en introducir tecnologías nuevas, no se alinee con el interés del dueño, que es recoger ganancias mayores.

Asimismo, cuando una compañía pequeña se fusiona con una más grande, se vuelve menos ágil porque está atada a tecnologías de legado de una corporación mayor, y ya no puede innovar con tanta rapidez para mantener el ritmo de los competidores.

La historia del sector tecnológico está plagada de grandes tratos que resultaron mal. En 2010, Hewlett Packard compró Palm, el fabricante de aparatos móviles en problemas, en mil 200 millones de dólares, y cerró las operaciones después de sacar TouchPad, una tableta que solo se vendió unas siete semanas antes de que la eliminaran.

En forma parecida, Google adquirió en 2012 al fabricante de auriculares Motorola Mobility en 12 mil 500 millones de dólares y, una vez que las ventas de su primer teléfono inteligente insignia fueron decepcionantes, llegó a un acuerdo para vendérselo a Lenovo en 2 mil 900 millones de dólares. "Muchas de las adquisiciones tecnológicas, en mi opinión, se han desviado mucho del camino", notó Thill.

Apple ha conservado bajos los intereses en los últimos años. Varias de las compañías que ha comprado tenían muy pocas personas, una o dos, como SnappyLabs, un solo hombre que desarrolló una aplicación para cámaras. Su fundador, John Papandriopoulos, un ingeniero eléctrico, había desarrollado una aplicación para hacer que la cámara del iPhone tomara fotos de alta resolución con un índice por cuadro más rápido que el del programa informático de la cámara integrada de Apple. Ésta adquirió la compañía este año e hizo de Papandriopoulos un ingeniero en programas informáticos.

Estas pequeñas adquisiciones, hechas en gran parte para sumar habilidades de un individuo tanto como la compañía, se conocen como "acquihires" (adquisiciones y contrataciones) en Silicon Valley. La mayoría de las otras grandes empresas de tecnología también las hacen. Facebook ha estado ansiosa por comprar pequeñas compañías, como cuando adquirió Beluga, un grupo que hizo aplicaciones para enviar mensajes, para mejorar sus propios servicios, y cuando compró Push Pop Press, que hacía libros digitales, para hacer su lector de periódicos.

Cuando Apple compra una empresa emergente con más de un par de personas, es frecuente que busque grupos de personas con habilidades específicas que trabajen bien juntas como equipo, según una persona que trabajó en una empresa emergente que compró Apple el año pasado, y quien habló a condición de guardar el anonimato debido a que no estaba autorizada para hablar con la prensa. Apple toma estos grupitos y les asigna proyectos nuevos o los empareja con equipos más antiguos en Apple.

Se hacen otras transacciones en un esfuerzo por mezclar rápidamente tecnologías nuevas en productos existentes. Por ejemplo, cuando compró en 2008 PA Semi, un fabricante de chips, eso ayudó a Apple a diseñar procesadores más avanzados para los iPhones e iPads. Así como que en 2012 compró AuthenTec que le ayudó a conseguir la tecnología para captar huellas digitales que, al final, condujo a nuevos iPhones.

"Los mapas fue un lugar donde hicieron muchas adquisiciones, y eso fue un producto que llegó sin problemas", notó Maynard Um, un analista financiero en Wells Fargo. "Tuvieron la opción de invertir orgánicamente para acelerar ese producto o salir a adquirir otras cosas".

Sin embargo, justo como esas adquisiciones sugieren áreas en las que la compañía está tratando de ponerse al día, otras ofrecen fuertes indicios de nuevas áreas en las que la compañía se orienta para ser líder.

Una de esas transacciones es la que se alcanzó con PrimeSense, el fabricante de chips que hace sensores en 3D. Si bien, hasta ahora se ha utilizado principalmente a la compañía de tecnología para aplicaciones en televisores, y sería factible que Apple analizara usos similares, Bajarin, de Creative Strategies, dijo que espera que busque por todas partes otros usos para esa tecnología.

Opciones posibles, dijo, podrían incluir cosas como convertir la cámara del iPhone en un escáner 3D, con el cual se podrían enviar mensajes para que se reprodujeran en una impresora 3D, por ejemplo.

"Históricamente, Apple nunca ha hecho algo porque alguien le dijo que hiciera algo", señaló Um. "Hacen lo que piensan que es correcto y siguen ese camino".

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