New York Times Syndicate

Matrimonios arreglados en India se reinventan con tecnología

La llegada de los smartphones y las proliferación de las plataformas web han cambiado la forma en que interactuamos, tal es el caso de India, lugar en el que hoy en día las mujeres pueden encontrar a sus esposos vía internet en sitios web matrimoniales.

Durante miles de años, los padres en India han arreglado los matrimonios de sus hijos, y Garima Pant – como un 95 por ciento de sus semejantes millennials – tenía intención de seguir está tradición tan india.

Su padre encontró a un hombre bien educado en su casa en un sitio web matrimonial que publica perfiles de potenciales parejas y le presentó su selección. Y fue entonces cuando comenzó la rebelión de Pant.

"No lo creo", respondió la joven de 27 años de edad y maestra de educación especial, después de ver una fotografía de un hombre con vetas de color en su cabello. Así que su padre seleccionó otro perfil. "¿Estás bromeando?" Y otro. "Uf". Y docenas más.

Cuando finalmente apareció el perfil de un hombre que le intrigó Pant rompió con la tradición una vez más, encontrando el número de teléfono celular del hombre y enviándole en secreto un mensaje de texto.

Su audacia rindió frutos. Para cuando los padres descubrieron que sus familias eran de la misma gotra, o subcasta, lo que generalmente hace del matrimonio un tabú, sus hijos se habían enviado suficientes mensajes de texto y correos electrónicos para estar enganchados.
Meses después, la pareja intercambió votos con la renuente bendición de sus respectivos padres. El suyo fue uno de un creciente número de matrimonios "semi arreglados" en los cuales la tecnología ha hecho de casamentera, ayudando a diluir una antigua tradición, pero con un giro particularmente indio.

En una sociedad donde el matrimonio sigue siendo en gran medida un contrato entre familias, la mayoría de los progenitores, especialmente los padres varones, están a cargo de la búsqueda de pareja, incluso revisando los ubicuos sitios web matrimoniales en busca de candidato aceptables. Pero un número creciente, especialmente en las ciudades indias, ahora permiten a sus hijos el poder de veto. Incluso los hermanos han empezado a intervenir; el hermano menor de Pant se convirtió en el primer promotor del hombre con el que ella eventualmente se casaría después de ver su foto de perfil con un Labrador retriever negro.

Activistas de derechos humanos han dado la bienvenida a la evolución como un cambio importante en el estatus de las mujeres mundialmente y tienen esperanza de que incluso las familias pobres rurales empiecen a permitir los matrimonios basados en la selección.

Cada año, señalan, unos ocho millones de novias principalmente adolescentes se casan con hombres elegidos totalmente por sus padres, y muchas conocen a su novios por primera vez el día de la boda. Las negativas pueden toparse con la violencia y, en ocasiones, el asesinato. En un caso en noviembre, una estudiante universitaria de 21 años de edad en Nueva Delhi fue estrangulada por sus padres por casarse contra el deseo de ellos.

El alejamiento de los matrimonios totalmente arreglados está siendo impulsado en buena parte por la dinámica de mercado entre los indios que han visto desde hace tiempo el matrimonio como un garante del estatus social y la seguridad económica.

Durante siglos, los padres buscaban parejas entre sus conexiones sociales, a menudo con la ayuda de casamenteras locales que llevaban los currículos de puerta en puerta. Pero la redes de parentesco basadas en la aldea están desapareciendo conforme más familias se mudan a las ciudades, y las mujeres altamente educadas a menudo no pueden encontrar hombres de igual posición en esos círculos. Bajo esas tensiones, las familias han buscado redes más grandes, cada vez más a través de sitios de emparejamientos.

Los sitios web – India tiene ahora más de mil 500 – nacionalizan al gripo de potenciales cónyuges, dando a los padres miles de opciones mientras aún les permiten apegarse a las antiguas restricciones respecto de la casta y la religión. (Los candidatos que no identifican su casta reciben muchas menos respuestas, dicen casamenteras e intermediarios matrimoniales.)

El sistema funciona, dicen analistas, porque los jóvenes de India siguen siendo excepcionalmente abiertos a la intervención de sus padres en la selección de su pareja.

"Las relaciones intergeneracionales en India no son hostiles. Nuestros adolescentes no tienen angustia. No se rebelan ni se comportan mal con sus padres", dijo Madhu Kishwar, una prominente autora feminista y profesora del Centro para el Estudio de Sociedades en Desarrollo en Delhi. "Y la razón de que los matrimonios en India sean más estables que aquellos en Occidente es porque las familias se involucran activamente".

Pero aun cuando las costumbres sociales cambien, relativamente pocos jóvenes indios, incluidos aquellos que demandan más participación en sus matrimonios, se apartan mucho de la tradición. Tener citas – o al menos tener citas abiertamente con el consentimiento de los padres – sigue siendo relativamente raro. Y muchos de quienes eligen matrimonios semi arreglados dicen que el amor romántico, del tipo de Bollywood que causa un torbellino en la cabeza, no es su meta. Lo es la compatibilidad, como lo es la sensación de tener control sobre su propio destino.

"Yo no diría que estoy locamente enamorada de mi marido", dijo Megha Sehgal, una asistente de vuelo. "Pero él me da mucho confort, y veo a un amigo en él".

Para las mujeres rurales pobres, la idea de incluso un matrimonio semi arreglado sigue estando fuera del alcance; un hecho que los activistas de derechos humanos dicen que deja a las muchachas especialmente vulnerables.

"El matrimonio es el mayor riesgo para las muchachas indias", dijo Joachim Theis, jefe de protección infantil de la UNICEF en India, que dice que el país tiene un tercio de las novias niñas del mundo. "Dejan la escuela; pierden su libertad; están bajo el control de sus esposos y suegras; pierden su red social; y tienen más probabilidad de morir y 10 veces más probabilidad de ser víctimas de violencia sexual que las adolescentes no casadas", dijo.

Muchas de las muertes se vinculan a disputas en torno de las dotes demandadas por las familias de los novios.

Esos indios urbanizados que están cambiando a los matrimonios semi arreglados dicen que el cambio no podía haber sucedido tan rápidamente sin el crecimiento de los sitios web matrimoniales y la proliferación de los teléfonos celulares, que han dado a los jóvenes indios una forma de conversar lejos de los oídos atentos de sus familias.
Conforme los potenciales novios asumen cada vez más un papel en su cortejo, las fórmulas de los sitios web matrimoniales para sugerir posibles parejas han tenido que cambiar, dijo Gourav Rakshit, jefe de operaciones de Shaadi.com, el sitio más grande de ese tipo.

"Hemos visto marcados cambios en las personas que usan factores de compatibilidad para sus búsquedas en vez de solo los parámetros más restrictivos del pasado", como la riqueza y casta, dijo Rakshit.

Al final, Garima Pant, cuyo teléfono celular se convirtió en una herramienta de rebelión, principalmente se salió con la suya. Insistió en conocer a su futuro esposo, Manas Pant, a solas antes de tomar una decisión, una demanda anteriormente rara que ahora es rutinaria en los matrimonios semi arreglados.

Se concertó una cita en el Café Turtle en el elevante Khan Market de Nueva Delhi, y Garima Pant acordó pasar por Manas Pant (cuyo apellido coincidentemente era el mismo que el suyo).

Error.

"Llegué 20 minutos tarde a recogerlo, y él odia cuando la gente llega tarde", dijo Garima Pant.

Manas Pant, de 28 años de edad y profesional de mercadotecnia para compañías de tecnología, dio una versión ligeramente diferente: "En realidad, llegó 25 minutos tarde", dijo. "Luego golpeó un auto". Pero él ya estaba decidido a casarse con ella, y ella se sintió impresionada con su reacción.

"Dijo: 'Bueno, no tuvimos un buen inicio'", relató ella. "Era una broma, y pensé: 'Está bien'. No estoy diciendo que haya escuchado campanitas o algo, pero fue el comentario correcto".

Después de una cita de dos horas, lo dejó y se fue a casa, donde su padre, su madre y su hermano esperaban ansiosamente en la sala de estar.

Esa noche, Manas Pant le envió un mensaje de texto: "Le estoy diciendo a mi padre que siga adelante. ¿Está bien?"

Fue el equivalente a que un hombre en Occidente se arrodillara. Las familias aún tendrían que conocerse, y se tenían que consultar los horóscopos. Pero en un cambio monumental, nada habría sucedido sin la aprobación de Garima Pant.

Respondió el mensaje de texto: "Sí".

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