New York Times Syndicate

El riesgo de un colapso une a cristianos rivales

Las comunidades ortodoxa griega, ortodoxa armenia y católica romana comparten, y hasta pelean-, por el sitio sagrado del cristianismo en la Iglesia del Santo Sepulcro y que está en riesgo de caer por lo que se están haciendo esfuerzo para conservarlo.

JERUSALÉN.- Era un día típico en el santuario alrededor de lo que muchos creen es la tumba de Jesús en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Un coro ortodoxo griego cantaba dentro de una sala que da a la estructura barroca. Pero las voces se apagaron cuando los sacerdotes y monjes armenios que rodeaban el recinto entonando cantos litúrgicos elevaron las suyas.

"A veces se golpean unos a otros", dijo con un encogimiento de hombros Farah Atallah, un guardia de la iglesia que usa un fez.

Atallah es un testigo veterano de las rivalidades entre las comunidades ortodoxa griega, ortodoxa armenia y católica romana que celosamente comparten _ y en ocasiones pelean por _ lo que consideran el sitio más sagrado del cristianismo, dentro de la Iglesia del Santo Sepulcro.

1

En medio de la rivalidad, la inestable estructura de 206 años de antigüedad, sostenida por una jaula de acero erigida hace 69 años, es un símbolo incómodo, a menudo embarazoso, de las divisiones cristianas, que han estallado en tensiones periódicamente. En 2008, monjes y sacerdotes pelearon cerca del santuario, lanzándose golpes y tirándose del cabello unos a otros no lejos de la tumba donde los cristianos creen que Jesús resucitó.

Pero, en las últimas semanas, han sido levantados andamios cerca del santuario en las lúgubres sombras de los Arcos de la Virgen, el primer paso en un raro acuerdo entre las diversas comunidades cristianas para impedir que el santuario, también llamado Edículo, se desplome.

El acuerdo alcanzado el 22 de marzo establece una renovación de 3.4 millones de dólares que empezará en mayo, después de las celebraciones de la Pascua ortodoxa. Cada grupo religioso contribuirá con un tercio de los costos, y un banco griego contribuyó con 50 mil euros, o 57 mil dólares, para los andamios, a cambio de que su nombre esté estampado en la maquinaria.

La idea es despegar la historia de cientos de años del santuario, limpiarla y colocarla de nuevo. Bastante sencillo, pero retrasado durante décadas debido a las complicadas y centenarias reglas y tradiciones ínfimas _ llamadas statu quo _ que definen la forma en que se rigen los sitios sagrados de Jerusalén, en los cuales el mero acto de reparar algo puede implicar propiedad.

1

"Uno de los temas serios en la iglesia es que el statu quo se coloca por encima de cualquier otra consideración, y no es algo bueno", dijo Athanasius Macora, un fraile franciscano. "La unidad es más importante que una disputa territorial".

La inspiración para esta unidad fue la amenaza de perder por completo el santuario. Alarmada por los reportes de que el santuario estaba en riesgo de colapsar, la policía israelí lo bloqueó con barricadas durante horas el 17 de febrero de 2015, expulsando a los monjes que lo cuidaban y evitando que entraran cientos de peregrinos.

El mensaje fue claro: arréglenlo o aténganse a las consecuencias.

Así que después de un año de muchos estudios y negociaciones, expertos en conservación de monumentos planean primero retirar la jaula de hierro que los gobernantes británicos coloniales de Jerusalén construyeron en 1947 en un esfuerzo previo por impedir que colapsara el Edículo, después de que un terremoto en 1927 y las lluvias dejaron a la estructura agrietada y a sus losas de mármol desprendidas.

Quitarán, losa tras losa, la cubierta de mármol ornamentada construida en 1810, durante el régimen otomano de Jerusalén. Los conservacionistas luego se ocuparan de los restos del santuario de los Cruzados del siglo XII que se ubica debajo. Este fue erigido después de que el gobernante chiita de Egipto, Al-Hakim, destruyera el primer Edículo en 1009. El original fue construido por Helena, la madre del emperador Constantino, el emperador romano cristiano que hizo mucho por elevar el estatus del cristianismo en todo el imperio.

Finalmente, los trabajadores repararán las grietas en los restos de la tumba tallada en la piedra que está debajo, donde la mayoría de los cristianos creen que fue colocado Jesús después de que fue crucificado. (Hay una tumba de Cristo rival justo afuera de los muros de la Ciudad Vieja, frecuentada principalmente por protestantes. Pero esa es otra historia.)

1

Antonia Moropoulou, la experta en conservación que dirige el proyecto, dijo que el recinto permanecería abierto a los visitantes durante la mayor parte del meticuloso proceso.

Cientos de peregrinos esperaban entrar en un día reciente mientras los católicos celebraban una misa cerca del Edículo, bloqueando la entrada con bancas de madera. El santuario está coronado por una gran cúpula gris, y está decorado con oro, íconos, pilares, velas, pesadas lámparas de bronce, inscripciones y una gran pintura de Cristo.

"Esta es una experiencia genial para mi espíritu", dijo Anil Macwan, de 30 años de edad, un predicador católico laico procedente de India. "El mundo no puede darme la sensación que me da esta tumba, este lugar. Es un lugar muy sagrado".

Las tres comunidades cristianas vigilan celosamente la propiedad que ya controlan a tal grado que pueden ser desconcertante para los forasteros que acuden al Santo Sepulcro, un cavernoso revoltijo de arquitectura bizantina y de la época de las Cruzadas, con elevados domos, salas hundidas, luz tenue, pesadas lámparas de bronce, contrafuertes bajos y elegantes arcos.

1

En la entrada de la iglesia hay un llamativo mosaico dorado en una pared, propiedad de miembros de la Iglesia Ortodoxa Griega, eso distrae de la cercana Piedra de la Unción, la losa de mármol que cubre el sitio donde Jesús fue ungido.

Al lado del mosaico está una escalera propiedad de los católicos, quienes no la moverán. Está junto a un sendero controlado por los armenios que conduce al Edículo, donde los sacerdotes no armenios con sus vestiduras podrían pasar, pero no quedarse parados, porque eso sugeriría que están desafiando el control armenio.

La última renovación importante empezó en los años 50, cuando las autoridades jordanas que controlaban Jerusalén Oriental en ese entonces presionaron a los representantes cristianos para formar una oficina técnica para hacer frente al daño del terremoto de 1927. Pero el proceso se detuvo más de una década después, según Macora.

Después de la última vergonzosa reyerta, en 2008, que fue captada en YouTube, las comunidades rivales empezaron a tratar de arreglar sus relaciones en serio, reparando los baños como un gesto de buena voluntad. En 2014, el papa Francisco se reunió con el patriarca Ecuménico Bartolomé I de Constantinopla, el líder espiritual de los cristianos ortodoxos, en el Edículo, para promover la unidad.

Sin embargo, "alguien tenía que presionarnos", dijo el reverendo Samuel Aghoyan, el representante del Patriarcado Armenio en el Santo Sepulcro, quien peleó a puñetazos con un patriarca ortodoxo griego anterior, Irineo I, dentro del Edículo el Sábado de Gloria de 2002. "Si el gobierno israelí no se hubiera involucrado, nadie habría hecho nada".

Moropoulou, la conservacionista que encabeza la renovación, dijo que esperaba que mantuviera el espíritu intangible "de un monumento vivo".

"Esta tumba es el lugar más vivo", dijo Moropoulou. Más, dijo, "que cualquier cosa que haya visto en mi vida".

Continuó: "El mayor desafío es preservar eso".

También lee: