New York Times Syndicate

El mar que se está convirtiendo en una tumba

Tailandia, Malasia e Indonesia no han permitido que miles de refugiados de la perseguida minoría rohingya en Myanmar, que huyen al mar en botes, desembarquen en sus costas por lo que están a la deriva, sin alimentos ni ayuda. 

Una de las regiones más hermosas del mundo, los mares del sureste asiático, - hogar de brillantes playas blancas y villas en la playa por 7 mil dólares la noche - se está convirtiendo en una escena de atrocidad masiva.

Miles de refugiados de la perseguida minoría rohingya en Myanmar, huyendo de campos de concentración modernos en su país natal, han huido al mar en botes, y muchos se han ahogado. Temiendo una represión, los traficantes han abandonado algunos de esos botes en el mar, al tiempo que países vecinos están empujando a los botes de vuelta al mar cuando éstos intentan llegar a tierra.

La administración Obama, que ha considerado Myanmar como uno de sus éxitos diplomáticos, no hace nada mayormente a medida que esta calamidad se desarrolla.

''El mar de Andamán está por convertirse en una masiva tumba flotante, y se debe al fracaso de gobiernos, incluido el nuestro, para hacer lo que es necesario'', dice Tom Andrews, exintegrante del Congreso que preside Unidos para Acabar con el Genocidio. ''No solo no hay una operación de búsqueda y rescate en marcha justo ahora - con miles saliendo a mar - sino que los gobiernos están remolcando a estas personas fuera de sus costas para devolverlos al mar abierto, lo cual equivale a asesinato masivo''.

1

Un abominable capítulo de la II Guerra Mundial se produjo cuando el SS St. Louis zarpó de Alemania en 1939 lleno de refugiados judíos que huían de los nazis. Cuba y Estados Unidos les prohibieron desembarcar y - después de pasar tan cerca de Miami que los pasajeros podían ver las luces en la costa - el barco regresó a Europa, donde muchos murieron en el Holocausto.

Ahora, a los refugiados que huyen de campos de concentración se les vuelve a negar la recalada.

''Estamos hablando sobre una flotilla de St. Louis, y habrá gente que morirá'', me dijo Andrews.

Los rohingyas son una minoría musulmana que es denigrada por la mayoritaria población de fe budista en Myanmar. El gobierno ha confinado a 150 mil de ellos, aproximadamente, a campos de concentración del siglo XXI: Yo visité estos campos el año pasado y escribí sobre niños muriendo de hambre y reos en el campo que morían por falta de atención médica.

Surgieron informes sin confirmación de 20 tiendas de rohingyas que estaban siendo quemadas en Maundau, en el oeste de Myanmar, cerca de la frontera con Bangladesh.

Naciones Unidas informa que más de 130 mil rohingyas han huido por mar desde 2012. Muchos caen presa de traficantes humanos que torturan, violan y los matan de hambre en campos tailandeses hasta que sus parientes pagan un rescate. El hallazgo de una tumba masiva este mes de uno de dichos campos avergonzó a las autoridad tailandesas al grado que aplicaron una represión a traficantes humanos, dirigiendo a las tripulaciones para que abandonaran las naves, con su carga humana a la deriva en el mar.

1

Chris Lewa de El Proyecto Arakan, grupo por los derechos humanos, dijo que ella ha estado en contacto por vía celular con dos barcos llenos de refugiados, y sospecha que hay más de ellos más lejos de tierra y, por tanto, fuera de la cobertura celular. Uno va a la deriva sin motores o comida suficiente, y ella, como ciudadana privada, ha estado intentando organizar frenéticamente un esfuerzo de búsqueda y rescate para salvar a los pasajeros. Hasta ahora, sin éxito.

¡Vamos! Si un presunto terrorista estuviera abordo, dependencias de inteligencia usarían ese número de teléfono celular para localizar ese bote. Pero, 350 desesperados refugiados a la deriva en el mar, ¿y nosotros vamos a encogernos de hombros y dejar que se ahoguen?

Es probable que a los gobiernos no les interese rescatar refugiados, por temor a que después tendrían que acogerlos.

Tailandia ha tenido desde hace ya mucho tiempo atrás una política de mandar a barcos de refugiados por donde iban, en tanto Indonesia devolvió dos barcos al mar, los cuales transportaban cientos de rohingyas. En cuanto a Malasia, ''No permitiremos la entrada de un solo barco extranjero'', dijo un almirante.

Europa también tiene una crisis de refugiados, pero al menos algunos países europeos están montando operaciones de búsqueda y rescate para intentar salvar vidas. Los gobiernos del sureste asiático están haciendo lo opuesto.

Como una primera medida, el presidente Barack Obama debería hacer un llamado dirigido a los gobernantes de Tailandia, Malasia e Indonesia, exhortándolos a rescatar y darle refugio a la gente. Estados Unidos también puede usar activos militares y de los servicios de inteligencia para localizar barcos de refugiados a la deriva y ayudar con búsqueda y rescate.

Aunado a lo anterior, Obama debe dejar en claro que Myanmar no puede tener una relación normal con Estados Unidos mientras participe en crímenes en contra de la humanidad. Apenas este mes, la Administración le dio la bienvenida en la Casa Blanca a un prominente oficial del gobierno de Myanmar, Thuira Shwe Mann, quien se has aliado con posiciones extremistas y contrarias a los rohingyas. En su declaración posteriormente, la oficina de prensa de la Casa Blanca incluso evitó el uso de la palabra ''rohingya'', al parecer para no ofender a Myanmar.

Eso es una cobardía, pero lo que resulta peor es la forma en que funcionarios estadounidenses y asiáticos por igual parecen decididos a desviar sus ojos de atrocidades en una de las regiones más hermosas del mundo.

''La gente está muriendo en el mar'', dijo Matthew Smith de Fortify Rights, grupo por los derechos humanos que ha desempeñado una excelente labor supervisando a los rohingyas. ''Sabemos eso, justo ahora. Y podría empeorar considerablemente en las próximas semanas''.

También lee: