New York Times Syndicate

36 horas en Pekín, China

La capital china ha invertido en los últimos años una gran cantidad de dinero en infraestructura. Gracias a ello, hoy la urbe es un lugar de gran atractivo turístico. 

Parece que apenas fue ayer cuando Pekín tuvo su tan cacareada fiesta de "salida", los Juegos Olímpicos de 2008, pero las cosas no desaceleran mucho en la frenética capital de China.

La ciudad ya está echando el ojo a otra oportunidad olímpica (es una de las dos finalistas para los Juegos de Invierno 2022) y está planeando un aeropuerto de 13 mil millones de dólares que se espera que sea de los más ocupados del mundo cuando abra en 2019. Y aún así, comparada con otras megaciudades de China, sigue siendo tradicionalista de corazón.

1
Viernes

4 p.m.

Cuentas e incienso


En el nuevo Pekín de torres de arquitectos estrellas y relucientes Porsches, el Templo Lama (también conocido como Templo Yonghe) se erige como recordatorio de una época menos material y más espiritual. Construido como residencia de un príncipe en el siglo XVII, el complejo fue gradualmente transformado en lamasería y actualmente es uno de los templos budistas más activos (y coloridos) de la ciudad. Los pekineses oran entre pinos retorcidos con varitas de incienso sostenidas en alto y bolsas de compras colgando en las muñecas, mientras que en rincones escondidos los monjes ofrecen silenciosas bendiciones con cuentas traídas por visitantes. Afuera de la encantadora entrada alineada con árboles gingko hay tiendas atestadas con baratijas budistas e incienso, mientras el sonido de música tibetana flota por la calle.

6 p.m.

Cervezas de Pekín

Los hutongs tradicionales de alrededor del Templo Lama son un sitio fantástico para empaparse de vida callejera de Pekín. Evite la demasiada aburguesada Nanluoguxiang, una concurrida franja de tiendas de camisetas y bocadillos, y mejor vaya hacia el oeste rumbo al laberinto de callejones que rodean al más tranquilo Baochao Hutong. Aquí, los locales se reúnen para juegos nocturnos de mahjong y para beber cerveza en negocios de dumplings bajo tejados grises de los que brotan mechones de pasto. Agarre una pinta en el frondoso patio de Great Leap Brewing, un pionero en el paisaje de cervezas artesanales de Pekín que produce claras únicas como Iron Buddha Blonde, embebida con té de las montañas de la provincia de Fujian. Continúe su recorrido de pubs de hutong en el vecino Slow Boat Brewery Taproom, inaugurado hace poco más de dos años por un par de estadounidenses con más de una decena de cervezas de barril sin pasteurizar, como la Helmsman's Honey Ale, fermentada con miel de avicultores locales.

8 p.m.

El picante es correcto


Es estridente, brillantemente iluminado y si llega muy tarde, los indiferentes meseros podrían empezar a apilar sillas a su alrededor mientras termina su comida. En estos días Pekín quizás tenga más restaurantes refinados de cocina de Sichuan, pero Chuan Ban ha conservado una clientela fiel entre los locales con comida que auténticamente adormece la boca. El menú, largo como un libro, contiene algunos platos desconcertantes como labios picantes de pato, pero hay destacados más seguros como mapo doufu (cuadraditos de tofu nadando en aceite de chile carmesí, ahogados en pimienta molida de Sichuan), y albóndigas salteadas de camarón con carne de cerdo, verduras en conserva y chile cortado en cubitos.

1
Sábado

1 p.m.

Apto para un rey

Como lo sugiere su nombre, Old Beijing Zhajiang Noodle King hace una cosa realmente bien: el zha jiang mian, un plato de fideos de trigo hechos a mano tan evocador de Pekín como el pato asado o los abundantes dumplings. Esta cadena local es tan popular que la hora pico del almuerzo puede sentirse maniaca: meseros bajando y subiendo rápido las escaleras gritando órdenes y número de comensales, mientras los clientes se apilan alrededor de mesas de madera sorbiendo tazones de fideos coronados con pepino deshebrado y rábano, brotes de frijol y una acre salsa elaborada con carne de cerdo macerada y pasta de soya fermentada.

3 p.m.

Onda suburbana


El desparramado Distrito de arte 798 sigue siendo el centro del paisaje de arte contemporáneo de Pekín, aunque la última década ha traído comercialización en forma de tiendas de recuerdos, boutiques y cafés, distrayendo de las galerías. Aléjese más para ver arte experimental en espacios menos atestados. Diseñado por el provocador artista chino Ai Weiwei, se dice que el Centro de Arte Fotográfico Three Shadows, un escueto espacio de ladrillo gris y concreto, es la primera galería de China dedicada a la fotografía, exhibiendo obras que, a veces, exploran el lado más severo de la vida china moderna.

8 p.m.

Pato arreglado


Los devotos al pato enfrentan una decisión difícil en Pekín; con tanto kao ya (pato asado) para escoger, ¿cómo elegir el lugar correcto? Duck de Chine tiene éxito en lo que respecta a elevar el plato a un plano más alto. Ubicado en una fábrica renovada con vigas expuestas y elegantes faroles rojos, es el tipo de lugar con Bollinger en hielo y un gong para anunciar la llegada de su ave. La preparación del pato incluso conlleva un arte: primero, se pone a tostar en un horno con madera de dátil para mejorar el sabor, después se trincha junto a la mesa y se envuelve expertamente en una crepa que tiene un toque de tian mian jiang casero (salsa de frijol dulce) y rábano, apio y rajas de puerro. Las reservaciones son obligatorias para una mesa y pato; la cocción tarda más de una hora.

10 p.m.

Tragos de hutong

Antes que una iniciativa de austeridad aplicada por el gobierno acabara con toda la diversión, los banquetes en China solían ser cosas desenfrenadas alimentadas por copiosos vasos de la intensa bebida alcohólica de cereal baijiu. Ahora que los productores de baijiu están buscando nuevos mercados, el licor ha avanzado de la mesa de banquetes al bar de cocteles débilmente iluminado. En Capital Spirits, un antro de hutong sin ningún letrero en la puerta y con muebles antiguos de madera, una clientela principalmente joven bebe caballitos de este combustible para cohetes de un menú que varía por concentración (desde el Guilin Sanhua, más ligero y basado en arroz, hasta el Maotai Prince de 106 grados). El reto máximo es el intimidatorio Five Snake Liquor, un baijiu que contiene, sí, cinco serpientes muertas y que supuestamente es bueno para la artritis y la virilidad.

1
Domingo

8 a.m.

Parques y recreación


La Ciudad Prohibida, el ex palacio imperial localizado en el centro de Pekín, puede sentirse abrumadora por su gran número de patios y habitaciones, y ni hablar de los agresivos turistas. Una alternativa mucho más tranquila de fin de semana es la ex escapada de campo de la familia imperial: el Palacio de Verano. Sí, el parque tiene los grupos de turistas de esperar y abuelas practicando Jazzercise, pero es fácil dejar a un lado el gentío subiendo la colina sombreada por pinos que está detrás del palacio para absorber la vista hacia el lago de abajo. Mientras deambule por el lugar, siga el sonido de la música; pudiera encontrar un coro de cientos vestidos con su mejor gala dominguera entonando canciones patriotas comunistas con una banda de música, o un solista de la Ópera de Pekín presentándose en una pagoda para una audiencia de una persona.

1 p.m.

Dumplings de diseñador


El hotel Opposite House, con su fachada de vidrio verde y elevado atrio envuelto en malla de acero, ejemplifica la nueva y atrevida estética arquitectónica que se está arraigando en Pekín. Aunque quedarse en el hotel pudiera ser caro, el menú de dim sum del restaurante Jing Yaa Tang es una verdadera ganga. Regálese un festín con mullidos bollos de cerdo a la barbacoa, tortas de nabo fritas a la sartén y leche casera de nuez (sabe a sopa dulce), y después contemple el diseño futurista del arquitecto japonés Kego Kuma en un espacio que hace de vestíbulo y galería. El atractivo es una interpretación moderna de un gabinete tradicional de boticario de 5.8 metros de altura y más de 5,000 cajones; un símbolo adecuado de cómo lo tradicional sigue influenciando lo nuevo en una ciudad con miles de años de historia.

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