New York Times Syndicate

36 horas en Green Bay

Green Bay y el futbol americano son inseparables. Hasta sus calles llevan nombres como Lombardi Avenue y Holmgren Way. Si eres fanático de este deporte, definitivamente debes visitar esta ciudad. 

Ésta es la Ciudad de Campeonatos, casa durante casi un siglo de los Empacadores de Green Bay. Lugar en donde hay calles que se llaman Lombardi Avenue y Holmgren Way, en honor a ex entrenadores del conjunto.

En otoño las calles se vacían los domingos. Los seis días de la semana que restan se pasan hablando del juego recién jugado y calibrando el siguiente. Green Bay, con una población de 100 mil habitantes, es por lejos la metrópolis más chica que presume un equipo profesional de futbol americano.

1
Viernes

5 p.m.

UN NUEVO CLÁSICO

Hay peores formas de empezar su estancia que con un coctel. Libertine, a una cuadra del río sobre Washington Street (históricamente uno de los centros comerciales de Green Bay), abrió en 2012, llevando el movimiento de cocteles artesanales a la Tierra de los Empacadores. Si insiste, puede ordenar un Old-Fashioned estilo Wisconsin (esto es, brandy local y fruta machacada). Pero también se ofrece un Chinese 5 Spice Dark and Stormy.

7 p.m.

CENA CON ATMÓSFERA

Luego de un par de cocteles se necesita comida. Una de las mejores cenas del área se encuentra en el restaurante del Union Hotel, en De Pere, un pueblo vecino situado un poco al sur de Green Bay. Fundado en 1883 y manejado por la familia Boyd desde 1918, la pintoresca estructura de piedra de tres pisos ha encontrado la forma de sobrevivir en la era de los Hampton Inn de albergue sin encanto (aquí no hay tarjetas magnéticas para entrar a los cuartos, sólo llaves; y la cabina telefónica funciona). Si desea una comida tipo club de cena tradicional de Wisconsin, el viejo Kropp's Supper Club, a 20 minutos en auto al norte de la ciudad, es un lugar recomendado. En agosto sólo abre los miércoles y los viernes, pero vale la pena el esfuerzo por su percha de lago y el pollo que se desprende de los huesos.

1
Sábado

9 a.m.

EN BROADWAY

Entre las largas y desoladas cuadras de Green Bay, el tramo de Broadway entre Dousman y Howard, lleno de boutiques, cafeterías y restaurantes, ofrece el bullicio más urbano. La cafetería Kavarna es, apropiadamente, un espacio cavernoso con suficiente espacio para que acampe una pequeña aldea con computadoras portátiles. Sirve café de origen único de Anodyne Coffee, Milwaukee. El largo menú de ensaladas y sándwiches incluye muchas opciones vegetarianas y veganas.

11 a.m.

CULTURA Y SITIOS DE EMPACADORES

El Museo Público Neville está a tan solo una cuadra de Kavarna, hacia el río. Como institución cultural que cubre arte, historia y ciencia, mantiene su foco en lo local. Las exhibiciones actuales incluyen Safe Harbor: Lighthouses of Green Bay y Agriculture to Tavern Culture: The Art, History and Science of Beer. El museo también es el punto de partida de la Senda Patrimonial de los Empacadores, un recorrido a pie sin guía por sitios relacionados con la historia del equipo, incluyendo la iglesia católica St. Willebrord, donde Vince Lombardi iba a misa de la mañana, y el estadio de la Ciudad, Lambeau, casa de los Empacadores durante 32 años.

Mediodía

TIERRA DE DULCES

Bajando por la misma cuadra de Kavarna está Beerntsen's Candies, un negocio familiar que es la tercera generación de productores de dulces. El Valle del Río Fox tiene fama bien merecida por sus confiterías clásicas. Los "chocoadictos" consagrados pueden pasar una mañana placentera comprando tortugas, bombones, cremas y ostiones (una especialidad local donde crema de vainilla es rodeada primero por chocolate y después por cacahuates).

1 p.m.

PUEDE LLAMARLO AL

Debe disfrutar de un almuerzo rápido y gratificante del otro lado del río, en Al's Hamburger Shop, una barra para almorzar que ha alimentado a la calle Washington Street desde 1934 (la caminata sobre el sencillo puente sin adornos no da mucho para hablar, pero si desea ver el agua más de cerca, los parques verdes que rodean al Neville ciertamente son preferibles a los aburridos edificios del otro lado de la costa). Las excelentes hamburguesas de Al's (la de queso: 3.75 dólares) se preparan de forma simple, acompañadas con cebollas asadas, y apenas se sostienen en los suaves panes en las que se sirven.

2 p.m.

PÓNGALO UN SOMBRERO

Sam Abrego ha estado vendiendo una amplia variedad de sombreros (Stetson, Dobbs, Bailey) en su pequeño negocio de la calle Broadway desde hace apenas seis años. Lo recibirá con sombrero y chaleco y, si hace una compra, le agradecerá por comprar un artículo local hecho en Estados Unidos. Los sombreros trepan las paredes y llenan las mesas, y hay una vieja máquina de cigarros con espejo donde puede ver cómo se ve.

3 p.m.

UN IMPERIO DE MOTORES

Desde 1956, Green Bay ha sido casa del Museo Nacional del Ferrocarril, encargado de una infartante colección de raras locomotoras clásicas y vagones de pasajeros y de carga. La Dwight D. Eisenhower, una elegante locomotora verde a vapor, recientemente volvió luego de una visita por Gran Bretaña. Recorra las salas de estar, cocinas y literas de los vagones Pullman y Empire Builder y llore el glamour perdido del transporte masivo.

6 p.m.

VIENDO ROJO

Red, inaugurado en 2012, es un restaurante chico atractivamente tosco con onda vagamente bohemia. Pinturas salpican las paredes altas, y enormes flores rojas decorativas adornan las ventanas. Al preguntarle qué quería decir "Sandy" en la pizarra de especiales, la mesera contestó: "Emparedado. Intentamos ser hipsters, pero realmente sólo somos nerds". Se recomienda la jugosa hamburguesa de cordero, aderezada con fetas de queso, cebollas rojas y tzatziki y servidas entre término medio y crudo sobre pan telera, con una guarnición de papitas moradas. Una limonada o té helado sin fondo la bajarán muy bien.

8 p.m.

DESCANSO PARA CERVEZA

Una caminata de una cuadra sobre Broadway lleva a Hinterland Brewery, que ha estado fabricando de las mejores cervezas artesanales de la región central norte de Estados Unidos durante casi dos décadas. Anexados a la cervecería hay dos bares y un excelente restaurante que hace uso de productos agrícolas y caza locales. La stout de café es la clásica, pero pruebe también la cerveza de barril.

1
Domingo


11 a.m.

LA TUNDRA CONGELADA

Si es domingo, y otoño, por supuesto que el lugar a ir es el Campo Lambeau (a breve distancia al suroeste del área del centro). Erigido en 1957, es el estadio de la NFL más viejo en operación continua, y sin domo para protegerse de los elementos, quizás sea el más frío. La colonia de vehículos con aroma a bratwurst que brota en la periferia es una vista en sí misma, y un número de residentes de la vecindad se ganan la vida fácilmente todos los domingos convirtiendo sus céspedes en estacionamiento. Si no hay juego, o si es temporada, pero no puede encontrar boleto (los juegos están perpetuamente agotados), visite el lugar de todas formas. No puede ir a Green Bay sin posar los ojos a la casa de la "tundra congelada" del futbol americano.

Mediodía

A TODA PRISA EN LA PIPPIN

Una vez que haya rendido homenaje adecuado al Lambeau, vaya a Bay Beach, una visión de postal perfecta de Norman Rockwell de parque de diversiones al aire libre. Ha entretenido a los residentes casi el mismo tiempo que los Empacadores. La mayoría de los paseos únicamente requieren uno o dos boletos. Cuatro bastarán para subirse al Zippin Pippin, una montaña rusa que solía estar en Memphis, pero que fue mudada aquí en 2011. Elvis era un fanático. Las crestas más altas se ven sobrecogedoras, pero siéntase advertido: las más bajas, cerca del final, son las que revuelven las tripas. El parque también ofrece la vista más cercana que encontrará a la propia bahía. Cómprese un bratwurst en el patio de comida y recorra los bancos.

1

También lee: