La velocidad del medio de transporte terrestre del papa Francisco, el 'papamóvil', no dejó ver por un segundo su cara a muchos de los fieles que los esperaban detrás de las vallas de seguridad por lo que para algunos fue decepcionante.
En un recorrido que hizo El Financiero por las principales vialidades donde pasó el papamóvil, los vecinos y visitantes de otros municipios del Estado de México dijeron que no valió la pena el haber llegado con un día de anticipación.
Una representante de los peregrinos de Santa Ana Ixtlahuaca, comentó en el sondeo que habían llegado el sábado a las 8 de la noche en cuatro camiones, pero que al no tener el acceso a la misa decidieron quedarse en las vialidades para verlo de cerca.
"El problema fue que pasó tan rápido que no se da cuenta ni a quien saluda, en el 1979 el otro papa era más accesible, el papamóvíl iba menos rápido", comentó la mujer de entre 40 y 50 años años.
De acuerdo con personal del voluntariado del Estado de México, algunas personas que estaban instaladas en la Avenida Insurgentes en Ecatepec, habían llegado a medio día del sábado y se instalaron sin casas de acampar, sólo donde 'no pegara' el sol en la tarde y sin protección suficiente cuando 'arreció' el frío en la madrugada y en la mañana de este domingo.
Otra vialidad donde se vivió la misma situación fue la lateral de la Avenida Central, ahí, cerca del Mexibus Las Américas se citaron unas 4 mil personas para ver el traslado del papa a la misa multitudinaria que ofreció en el terreno El Caracol, del fraccionamiento.
"Vale la pena verlo pasar, pero cuando uno llega ilusionado, con mucha anticipación, se está bajo el sol luego del frío horroso, con hambre y sueño no se espera que sea tan rápido", dijo otro peregrino de San Felipe del Progreso, en el Estado de México.
Las autoridades del Estado de México esperaron para esa misa unas 300 mil personas, sin embargo al rededor del Caracol, fácilmente calcularon entre 4 mil y 10 mil personas por cada uno de los tres puntos de acceso.
Cálculos de los mismos vecinos y peregrinos indican que la velocidad del papamóvil en estas dos vialidades luego de curvas y en rectas de 3 a 4 kilómetros alcanzó entre 40 y hasta 50 kilómetros por hora.