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Valla en Palacio cae ante reclamo: 'Rompa el pacto, Presidente'

La violencia registrada durante la marcha conmemorativa por el Día Internacional de la Mujer acaparó la atención, más que las protestas que 20 mil asistentes lanzaron por reivindicar la lucha feminista.

Como se esperaba, la violencia registrada durante la marcha conmemorativa por el Día Internacional de la Mujer, celebrada ayer en la Ciudad de México, acaparó la atención, más que las protestas que 20 mil asistentes lanzaron por reivindicar la lucha feminista.

Esta vez, no sólo por lo aparatoso de las pintas y destrozos en paredes, comercios y mobiliario urbano o instalaciones del Metro, sino por la virulencia registrada cuando grupos de manifestantes arremetieron, con especial interés, contra las bardas de acero o madera instaladas por los gobiernos local y federal en edificios públicos para evitar que fueran vandalizados.

En el Zócalo, mujeres vestidas de negro y encapuchadas, ayudadas por hombres infiltrados, derribaron parte de la criticada muralla de acero que el gobierno federal instaló en el perímetro de Palacio Nacional.

Ahí, los radicales arremetieron también contra las mujeres policía para abonar al saldo final de 69 uniformadas y 19 civiles heridos, de las cuales 10 agentes y una civil tuvieron que ser hospitalizadas.

Además de retirar la muralla, lanzaron petardos, bombas molotov y prendieron fuego en el lugar; incluso, quemaron algunos escudos de policías que hicieron formación en el hueco que dejó la valla retirada, para evitar que las inconformes llegaran a Palacio Nacional.

Entre las mujeres, que durante seis horas se manifestaron, hubo enojo cuando, desde la plancha del Zócalo, advirtieron la presencia de personas en la azotea de Palacio.

Rápidamente corrieron la voz de que se trataba de hombres armados."Hay francotiradores", gritaron algunas.

Jesus Ramírez, vocero del gobierno federal, dijo en redes sociales que nunca hubo personal armado. "Se trató de personal de resguardo que usó un inhibidor de drones", explicó.

Pero la violencia estuvo presente en toda la marcha, incluso antes de su inicio, en el Monumento a la Revolución. La Policía acusó que hubo hombres infiltrados y negó el uso de gas lacrimógeno como acusaron algunas manifestantes.

Y es que para entonces ya se habían registrado destrozos y pintas en las estaciones San Cosme, Revolución e Hidalgo del Metro; en esta última hubo una riña que derivó en la agresión y detención de cuatro fotoperiodistas. Este hecho propició una investigación al interior de la Policía que apunta a la sanción de agentes implicados.

Afuera de la estación, en la esquina de Hidalgo y Reforma, las mujeres policía encapsularon a unas 30 manifestantes, integrantes de la Red Rompe el Miedo, que iban armadas con palos, varillas y petardos, y quienes ya se enfilaban con actitud violenta hacia el Zócalo.

Rompieron los cristales de la estación Hidalgo. También hicieron destrozos en el hotel Hilton, y edificios públicos como el de Correos o el Antiguo Palacio del Ayuntamiento. Frente al Monumento a la Revolución y a Bellas Artes rompieron vallas de madera a martillazos.

Entre las mujeres que no iban con actitud violenta persistieron las consignas contra las políticas de gobierno ante la violencia de género, y por casos específicos como el de Félix Salgado Macedonio. "Un violador no será gobernador", gritaban.

La marcha que inició pasada la una de la tarde, concluyó hacia las 19:00 horas.

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