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Tardará meses en conocerse las causas del avionazo

Gerardo Ruiz Esparza, titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, se comprometió a que antes de que concluya el sexenio se sabrá qué pasó.

Lo que determinará las causas del accidente del avión Embraer 190, matrícula XA-GAL, de Aeroméxico, ocurrido el pasado martes en Durango, será la investigación que ya está en marcha, misma que podrían tardar meses, coincidieron autoridades federales y de Aeroméxico.

Dicha investigación prevé el análisis del contenido de las cajas negras, que ya fueron localizadas, imágenes meteorológicas, imágenes de radar, audios de la torre de control y peritajes a la nave siniestrada en el aeropuerto Guadalupe Victoria de Durango, detalló ayer la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

La dependencia precisó que la recién creada Comisión Investigadora y Dictaminadora de Accidentes de Aviación, encargada del análisis del caso, también recabará las declaraciones de pilotos y sobrecargos del vuelo AM2431, personal de tierra, controladores de vuelo y pasajeros de la nave.

Gerardo Ruiz Esparza, titular de la SCT, apuntó que es prematuro para conocer los motivos que dieron origen al accidente, en el que milagrosamente salvaron la vida las 103 personas que iban a bordo de la nave, aunque reconoció que entre las hipótesis están el tema de la lluvia y vientos arrachados, e incluso la posibilidad de un error humano.

"No se puede descartar nada, hay hipótesis que habrá que analizar… A veces estos temas tardan demasiado tiempo, voy a tratar de influir para que haya una resolución lo más rápido posible y así acabar con las especulaciones. Yo asumo el compromiso de que va a ser pronto y va a ser en esta administración", afirmó en conferencia de prensa.

En la investigación participa personal de la Dirección General de Aeronáutica Civil de la SCT; de Aeroméxico; de la empresa brasileña Embraer, fabricante de la nave, y miembros de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte y la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, país donde se fabricaron los motores del avión.

De manera paralela, la PGR investiga la responsabilidad penal por los daños a las personas y sus propiedades con motivo del accidente.

En tanto, Aeroméxico ha asignado un equipo para dar atención personal a cada uno de los pasajeros del vuelo AM2431 accidentado, tanto los que continúan en atención médica como los que han sido dados de alta.

Andrés Conesa, director general de la aerolínea, insistió que por ahora la principal preocupación es la salud de las 103 personas que iban en el avión, e insistió en que la empresa se hará cargo al 100 por ciento de los gastos que se deriven, no sólo por la atención médica, sino también hospedaje, traslados y recuperación de equipajes y documentos oficiales de todos los pasajeros.

Explicó que los vuelos a Durango no sólo se restablecieron, sino que se intensificaron para atender la demanda que se incrementó por el accidente, y destacó que la investigación del caso llevará meses. "No creo que se dé pronto".

De acuerdo con los reportes oficiales, en el vuelo AM24331, que cubría la ruta Durango-CDMX, viajaban cuatro tripulantes y 99 pasajeros, de los cuales 67 eran extranjeros, la mayoría estadounidenses, un español y una colombiana.

De hecho, ayer la embajada de Estados Unidos en México reconoció que 65 de los tripulantes de la nave eran ciudadanos estadounidenses, con quienes ya se estableció contacto para su atención migratoria.

La embajada destacó que a dichas personas se les atenderá desde el Consulado General en Monterrey. Puso a disposición el número 5551334059 en México y 1-866-205-4084 en Estados Unidos para atender las personas afectadas.

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