Si no cooperan con la lucha contra la inmigración ilegal, cuatro ciudades santuario en Estados Unidos tendrían bloqueado el acceso a fondos de un programa para combatir la violencia armada y la criminalidad, esa fue la amenaza que lanzó el fiscal general, Jeff Sessions, este jueves.
A través de una misiva a los gobiernos de Albuquerque, Nuevo México; Baltimore, Maryland; San Bernardino y Stockton, California, el Departamento de Estado notificó que éstas no podrán acceder al programa Colaboración en Seguridad Pública (PSP, en sus siglas en inglés), anunciado el pasado junio.
Para participar en el citado programa, las autoridades interesadas deben probar que permitirán a agentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) acceder a sus cárceles para interrogar a personas sospechosas de ingreso ilegal en el país. Además de dar un aviso, con 48 horas de antelación, de cualquier plan para liberar a un inmigrante ilegal.
En un comunicado, Jeff Sessions afirmó que está comprometido con el apoyo a las fuerzas del orden en todos los niveles "y, por eso, pedimos a las jurisdicciones "santuario" que dejen de hacer más difícil su trabajo".
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