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Reapertura de procesos contra genocidas de 1968, piden exlíderes del CNH

Félix Hernández pidió 'el restablecimiento de la Fiscalía Especial para investigar los delitos del pasado con el avance que ya ha logrado', así como la apertura de los archivos de la Sedena.

CIUDAD DE MÉXICO.- A nombre de los exdirigentes del Consejo Nacional de Huelga del movimiento estudiantil de 1968, Félix Hernández Gamundi demandó, en homenaje y en justicia a los estudiantes caídos hace 50 años, "la reapertura de los procesos en contra de los genocidas de 1968, 1971 y la guerra sucia".

Además, pidió "el restablecimiento de la Fiscalía Especial para investigar los delitos del pasado con el avance que ya ha logrado; la apertura de los archivos de la Secretaría de la Defensa Nacional, que contienen todos los datos de la actuación militar en diversos actos genocidas, empezando con Tlatelolco en 1968".

A hablar en la tribuna de la Cámara de Diputados, el exlíder estudiantil exigió "justicia para todos los grupos sociales hoy agraviados, y no más víctimas de violencia del Estado".

Incluso, en su lista de peticiones incluyó "la presentación con vida de los 43 jóvenes de Ayotzinapa y castigo a los culpables".

Hernández Gamundi se pronunció por una "reforma al Poder Judicial para lograr romper la impunidad y por fin ponerle un alto a la corrupción y a los signos que degradan la vida política nacional; por el derecho a la justicia, la memoria, la reparación del daño y la garantía de la no repetición de los hechos de agresión en contra del pueblo".

En general "por un México de iguales, en paz, con libertad y en democracia plenas, 2 de octubre no se olvida", dijo.

En su mensaje –en nombre del Comité del 68- durante el homenaje de los diputados, dijo que el del 68 "fue el movimiento de masas más brillante, trascendente y generoso de los últimos tiempos", por lo que "estamos aquí para seguir reclamando justicia por los crímenes que el Estado asestó en el corazón de la juventud mexicana y que hoy 50 años después sigue impune".

Advirtió que "la herida que corroe el alma y la memoria y una generación entera conmueve a la sociedad porque esa herida está abierta y sigue sangrando. A pesar de todos nuestros esfuerzos las víctimas de la violencia del Estado se siguen sumando, los padres lloran a sus hijos y la patria se llena de vergüenza y de horror".

Recordó que "decía Jaime Sabines en su poema Tlatelolco 68: Hemos de reconocer que la sangre echa raíces y crece como un árbol en el tiempo. Y es así que en el corazón de los mexicanos ha crecido ese árbol profundo cargado de sueños de igualdad, democracia y libertad, y en sus frutos cada semilla lleva un grito que encierra la memoria y el reclamo, ni perdón, ni olvido".

El exlíder estudiantil remarcó que "el expresidente Díaz Ordaz y el entonces jefe político de México, Luis Echeverría, aplastaron sin miramientos con el uso de la violencia el movimiento social de protesta. Ante esa constante agresión, tomó el único camino posible. El cuestionamiento político al régimen.

"La abyecta y tremenda embestida aceleró la maduración de un movimiento social que se legitimó desde sus primeros pasos. No sólo fueron los estudiantes de todo el país. A ellos se sumaron las autoridades escolares, los maestros, padres de familia, burócratas, obreros, campesinos, los periodistas, los artistas, los intelectuales, la diplomacia también. Recibimos la solidaridad de movimientos sociales de otros países".

Jueces nos sentenciaron a nosotros, las víctimas: Pablo Gómez

Pablo Gómez diputado federal y protagonista fundamental del movimiento estudiantil de 1968, demandó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ahora sí haga algo para impartir justicia luego de que a 50 años de los hechos del 2 de octubre, nunca hizo nada.

"Qué bueno que haya venido el presidente de la Corte (Luis María Aguilar) porque el Poder Judicial jamás hizo nada para impartir justicia, hasta la fecha sigue sin hacer nada", aseveró el legislador entrevistado al término de la ceremonia de izamiento de la bandera a 50 años del movimiento estudiantil, en el Zócalo capitalino.

"Los jueces fueron quienes nos sentenciaron a nosotros, las víctimas, en lugar de haber sentenciado a los déspotas, ellos han estado impunes hasta ahora, eso es lo que hay que cambiar", recriminó.

También insistió que se tiene que hacer un gran esfuerzo para conocer la verdad de lo que ocurrió aquel 2 de octubre pero un esfuerzo importante depende de los jueces.

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