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Puente Grande endurece medidas de seguridad tras la nueva fuga de 'El Chapo'

Además de los retenes instalados en las afueras del penal, abogados y familiares de los reclusos deben someterse a rigurosas revisiones e incluso a los representantes legales sólo se les otorga una hora con su cliente, previa cita y de lunes a viernes. 

GUADALAJARA.- Luego de la reciente fuga de Joaquín Guzmán Loera, 'El Chapo', se endurecieron las medidas de seguridad en el Centro Federal de Readaptación Social, (CEFERESO), número 2, de Puente Grande, Jalisco.

Desde la carretera de ingreso al reclusorio federal se instaló una trinchera de seguridad,  y dentro se encuentra un agente militar fuertemente armado y expectante a los vehículos que pasan por el camino que lleva a la localidad de El Salto.

Otros tres elementos castrenses revisan los carros de quienes buscan acceder, y cuestionan a los tripulantes sobre el motivo de su visita, además hay otros tres retenes hasta la caseta de ingreso al centro penitenciario.

El integrante de la Federación de Asociaciones de Abogados de Jalisco, Sergio Fernando Ramos, explicó que hasta hace unos días les llevaba media hora, desde su registro al ingreso para encontrarse con sus clientes; "antes podíamos hablar con nuestro defendido, sin límite de tiempo, incluso podíamos salir del reclusorio y volver a ingresar en varias ocasiones".

Ahora se obliga a los abogados a hacer una cita previa ante las autoridades penitenciarias y sólo se les autoriza una hora de interlocución con los internos, de lunes a viernes. "Estas situaciones son violatorias de los derechos humanos de los reclusos", dijo.

Los visitantes de los internos deben pasar por lo menos ocho filtros de revisión antes de encontrarse con su familiar, pero a los abogados se les retiene en por lo menos 20 ocasiones; en algunos de los retenes se les obliga a pasar por pantallas de rayos X y someterse a escaneos con paletas detectoras de metales.

Cuando algún interno es liberado trascurren hasta 14 horas, tiempo por el que debe pasar por revisiones médicas y contar con el visto bueno de los responsables de los retenes, que lo someten a inquisitivos cuestionamientos.

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