El vicepresidente de la Cámara de Diputados, Alejandro Ojeda, consideró que lo que el país necesita es una revolución educativa, donde vuelva a dignificarse al magisterio, "con mayor preparación, pero también con mejores salarios".
Sostuvo que mientras la política educativa en México se ha convertido en la política del garrote, en nuestro país el gasto público en educación sigue siendo muy bajo.
Declaró que de 2000 a 2012 la inversión en este rubro pasó de 4.4 a 5.2 por ciento del PIB, sin embargo la inversión en educación no se cerca al promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y el presupuesto por alumno sigue siendo insuficiente.
Expresó que en tanto el gasto total de México por estudiante es uno de los menores de los países que conforman la OCDE, entidades como Veracruz, Chiapas y Michoacán, se están llenando de policías federales para reprimir a profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Explicó que la CNTE es un movimiento social, gremial político, de masas que ha tomado sus propias definiciones y está presente en una oposición firme en contra de la Reforma Educativa, que hasta ahora no plantea otra cosa que una evaluación, sin plantear nuevos y mejores planes de estudio.
El diputado Alejandro Ojeda mencionó que en 2012 nuestro país invirtió 2 mil 600 dólares por estudiante de primaria, 3 mil por cada uno de secundaria y 8 mil 100 dólares por cada alumno de educación superior.
La inversión educativa por estudiante, detalló, está muy por debajo del promedio de la OCDE, cuyo gasto por estudiante ese año fue de 8 mil 200, 9 mil 500 y 15 mil dólares, respectivamente.
Al señalar que es evidente que el paulatino empobrecimiento del país ha repercutido en la educación, el diputado Ojeda declaró que al movimiento magisterial se le quiere tratar como movimiento terrorista armado que requiera de la fuerza pública para contrarrestarlo.
Es un injusto que se les exija excelencia académica, cuando por años el magisterio estuvo atrapado por líderes que sólo se enriquecieron e impidieron el desarrollo de los docentes, ahora la pretensión de examinarlos y si reprueban despedirlos, simplemente es un trato injusto, ya que el juego no es limpio.
Una forma correcta de mejora educativa, es la de preparar al magisterio, mejorar la base docente a través de capacitación y tal vez a futuro, entrar a temas de evaluación.
La idea del gobierno federal es ilógica e injusta, es como hacerles un examen el primer día de clases, sin haber dado una sola clase y para colmo con pistola en mano, subrayó.