¿Cómo trabajan los médicos en Neza? Sin seguridad social y viendo 8 pacientes morir en una sola noche

Lily, una médica de profesión sin seguridad social que recibe en un turno de 12 horas a enfermos en el área de urgencias del Hospital "La Perla", en Nezahualcóyotl, tiene que enfrentar el COVID-19 sólo con una bata desechable que algunos días ha tenido que reutilizar luego que se la deja su colega del turno anterior, un cubrebocas presuntamente N95, que más bien parece hecho de fieltro, y dos pares de guantes.

La doctora cuenta a El Financiero que en este hospital, que forma parte del Instituto de Salud de Estado de México, ha fallecido por COVID-19 el jefe de urgencias, Miguel Girón, y la enfermera Estela Hernández, además de que se conoce que, por lo menos, dos médicos más han resultado contagiados del nuevo coronavirus.

La falta de insumos no es nueva, de acuerdo con Lily –cuyo nombre ha sido cambiado para evitar represalias–, ya que, desde antes de la pandemia, los familiares son quienes a la fecha tienen que pagar los medicamentos indicados por los médicos.

"Los directivos nunca dan la cara. Ellos son los que tienen los N95 de buena marca, cuando ellos ni siquiera tratan a los pacientes, sino están en su oficina", asevera.

Lily, en una sola noche, ha sido testigo de la muerte de hasta ocho pacientes con COVID-19, varios muy jóvenes: "El más joven que yo he visto tenía 29 años, que no tenía diabetes o hipertensión. Generalmente son comerciantes", refiere.

En las últimas semanas, los pacientes, en algunas ocasiones, relata, además de que se ha incrementado el número de pacientes, han llegado en muy mal estado e, incluso, han muerto en el filtro de urgencias, por lo que ni siquiera han alcanzado a llegar al área de apenas 40 camas en el hospital.

"Los familiares se ponen muy intensos. De hecho, apenas llegó la Guardia Nacional para evitar situaciones que han pasado en otros hospitales", relata Lily, quien ha pensado varias veces en renunciar no sólo por la falta de equipo de protección, sino, sobre todo, porque, en caso de contagiarse y requerir hospitalización, no tiene ningún tipo de seguridad social.

Lily firma un contrato laboral cada tres meses, por lo que no tiene prácticamente derecho a nada, sólo a trabajar, y tampoco puede tener vacaciones o permisos para llegar tarde o faltar, sino, sobre todo, no tiene ninguna seguridad social, aunque trabaje para el gobierno del Estado de México.