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El personal de Nutrición y Dietética del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que dirige Zoé Robledo, es parte fundamental en la recuperación de los pacientes con COVID-19, pues está a cargo de brindar una dieta acorde de la necesidad de cada hospitalizado.
La coordinadora de Programas de Nutrición de la División de Hospitales del IMSS, María Concepción Domínguez Correa, destacó la labor de estos trabajadores, quienes durante la emergencia sanitaria escriben en las charolas de alimentación mensajes de aliento para los pacientes que están internados.
Al ser pacientes aislados, son muy susceptibles a que su estabilidad emocional decaiga; por ello, una de las estrategias es enviarles mensajes que los motiven a tener un estado de ánimo más alegre.
En el marco del Día del Personal Profesional de Nutrición, destacó que el personal pone particular atención en aquellos pacientes con enfermedades crónicas; asimismo, da orientación nutricional una vez que son dados de alta de acuerdo a sus padecimientos (hipertensión, diabetes, obesidad o cáncer).
Domínguez Correa destacó que, además de una alimentación balanceada, es esencial mantener hidratados a los pacientes todo el tiempo, ya que el agua simple ayuda al buen funcionamiento del organismo.
El IMSS cuenta con dos mil 209 nutricionistas dietistas, quienes llevan a cabo una intervención nutricional que toma en cuenta las necesidades fisiológicas y de padecimientos de cada pacientes; 217 son especialistas en nutrición y dietética, que se enfocan en la atención de pacientes con enfermedad renal en tratamiento, con trasplante de órganos o padecimientos de la sangre.
También cuentan con 68 nutriólogos clínicos especializados, personal responsable en los programas de geriatría y endocrinología; desarrolla proyectos de investigación, actividades educativas y participa en la elaboración de políticas, planes y programas de nutrición; se suman 345 plazas de confianza que ocupan diversos cargos de coordinación y jefaturas en procesos administrativos nutricionales.