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Periodistas tienen más cuidado con lo que publican tras asesinato de Javier Valdez: viuda

Griselda Triana, viuda del reconocido periodista mexicano, dijo en entrevista para La Nota Dura con Javier Risco que pese al riesgo, es importante que no se deje de hacer periodismo en México.

La actividad de los periodistas cambió a partir del asesinato de Javier Valdez, ahora tienen más cuidado con lo que publican, dijo este miércoles Griselda Triana, viuda del reconocido periodista mexicano Javier Valdez, asesinado en Sinaloa el 15 de mayo de 2017.

"Claro (que cambió), yo creo que los periodistas que hacían un trabajo como el de Javier ahora tienen más cuidado con lo que publican, y eso no significa que Javier haya sido irresponsable en su trabajo, sino que se dieron cuenta de que si asesinaron a Javier podían matar a cualquiera de ellos", dijo Triana en el programa de El Financiero Bloomberg TV.

Añadió que pese a los riesgos, es importante que no se deje de hacer periodismo en México.

"Sí sabemos que en muchas regiones del país ejercerlo es un riesgo importante y por esa razón hay que hacerles sentir (a los periodistas) más acompañados, reconocer el trabajo que se está haciendo", detalló.

Detalló que la mayoría de los asesinatos de periodistas no ocurren en la Ciudad de México sino en otros estados: "hay zonas silenciadas donde llegaron otros personajes y se apoderaron de las redacciones".

Este miércoles un nuevo informe de Citizen Lab reveló que Griselda Triana fue víctima de un intento de introducir en su teléfono móvil el software espía 'Pegasus' diez días después de que mataran a su esposo.

Con este nuevo caso, el grupo experto en temas de tecnología e información de la universidad canadiense de Toronto eleva ya a 25 los afectados por este malware, incluidos dos colegas que trabajaban con Valdez en el semanario Ríodoce, especializado en cobertura del crimen organizado, y que sufrieron intentos de hackeo desde el día siguiente al homicidio del reportero; todavía no se sabe con qué objetivo.

'Pegasus' funcionaba mediante el envío de mensajes de texto de interés para la víctima, que tenían un vínculo. Al abrirlo el celular se convertía en un dispositivo de espionaje y permitía activar el micrófono y la cámara a distancia, además de acceder a todo el contenido almacenado en el aparato.

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