CIUDAD DE MÉXICO.- Ignacio Peralta, virtual gobernador de Colima, aseguró que su triunfo electoral fue posible porque el PRI estatal dejó de ser "un partido de traiciones", y adelantó que en su administración habrá tolerancia cero a los actos de corrupción y castigo a quienes los hayan cometido, incluidos integrantes del gobierno que encabezó su antecesor, Mario Anguiano.
"Lo que podemos decir es que se investigarán todas las cuentas, obras, acciones, licitaciones de la administración anterior y actuaremos con base en lo que marque la ley. Es importante aclarar que las facultades de auditoría las tiene el Congreso. El gobernador interino solicitó ya al órgano fiscalizador que se lleven a cabo auditorías en todas las áreas de la administración pública estatal", indicó.
En entrevista con El Financiero, aclaró que Jorge Luis Preciado (segundo lugar en la contienda extraordinaria) no formará parte de su gabinete, pero no cierra la puerta a otros panistas "que sí son decentes" e, incluso, a militantes de izquierda.
"No va a ser incluido (Preciado) por ningún motivo en mi gabinete, pero eso no significa que yo cierre la puerta a un gobierno plural e incluyente. Hay muchos panistas que sí son decentes y a ellos se les puede dar una oportunidad", enfatizó.
En 2015, Peralta ganó la gubernatura por apenas 503 votos, pero el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación anuló la elección porque acreditó intervención indebida de funcionarios públicos estatales y ordenó realizar comicios extraordinarios, que Peralta ganó.
MANLIO SÍ, ANGUIANO NO
El exsubsecretario de Comunicaciones y Transportes reconoció que no todo el priismo operó a su favor en los comicios ordinarios y puso como ejemplo a Hugo Vergara, coordinador jurídico del PRI estatal, quien se desapareció 36 horas antes de la jornada electoral del 7 de junio, y dos semanas después apareció como abogado del PAN.
Para eliminar las dinámicas del proceso anterior, la estructura priista en la entidad fue completamente renovada, incluida la presidencia estatal que ocupaba Federico Rangel, cercano al gobernador Mario Anguiano y quien era el favorito de éste para sucederlo en el cargo.
Peralta aseguró que estos cambios fueron claves en su triunfo, pues "el PRI pasó a ser un partido en donde la dinámica cotidiana era la traición, a uno de lealtades".
Otro factor para lograr el triunfo, consideró, fue la participación del presidente nacional del tricolor, Manlio Fabio Beltrones.
Reconoció que la conclusión del gobierno del priista Mario Anguiano operó a su favor: "Encabezó un gobierno que se ha percibido como mal calificado. Al no estar en funciones, pues no estaba tampoco afectando el ambiente político".
Y aprovechó para marcar, una vez más, su distancia del ahora exgobernador Anguiano: "No (tengo una relación) cercana (con él), definitivamente no es una relación de diálogo ni de acuerdos y él tendrá que definir cómo va a comportarse en el partido como militante".
– ¿Habrá perdón y olvido para quienes, desde el PRI, operaron en su contra?
– Vamos a gobernar con la ley en la mano, la vamos a aplicar de manera rígida, rigurosa y contundente; vamos a fortalecer el estado de Derecho. No habrá cacería de brujas, pero sí una aplicación estricta de la ley.
NO TEME AL NARCO
Dijo no sentir temor por el narcotráfico en su entidad, y se negó a pronunciarse sobre la ola de muertes y atentados que involucran a exgobernadores de Colima.
Su principal preocupación, dijo, es estabilizar las finanzas del estado, bajar su deuda y la inseguridad, generar empleos y combatir la corrupción en todos sus niveles.
"Hay que mandar un mensaje de que va a haber un gobierno honesto, que vamos a luchar contra la corrupción, los colimenses ya estamos hartos de que se estén robando los recursos públicos", enfatizó.