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Pemex debería de cambiar de modelo de negocio, hacia empresa energética, coinciden expertos

Ante el COVID-19 la humanidad tiene la gran oportunidad para acudir a las energías renovables, dijeron.

Con la reafirmación de que México pierde alrededor de 30 dólares por barril producido de petróleo con el precio actual en el mercado, la certidumbre de que hay que optar por las energías renovables, la posible pérdida del mercado asiático, cambiar el modelo de negocio de Pemex, y la convicción de que no debemos ver a Pemex como en los años ochenta,  concluyó el webinar "Mercados de energía: Efectos posteriores a los acuerdos de la Opep e implicaciones para México", en el cual participaron Leonardo Beltrán Rodríguez, Monserrat Ramiro Ximénez, Eduardo Prud`Homme y Rosanety Barrios Beltrán.

Organizado por la UDLAP Jenkins Graduate School, el webinar contó con más de cien participantes como público  y dio inicio con la presentación de Rosanety Barrios Beltrán, consejera fundadora del grupo Voz Experta, quien trajo a colación que la Agencia Internacional de Energía publicó que a causa del COVID-19 tenemos el "encierro" de un 60 por ciento de la población mundial en el mes de marzo, por lo que la demanda  de petróleo se redujo en un 30 por ciento a nivel internacional. "Todos los días nos empezaron a sobrar 30 millones de barriles, que se sumaban a las pre-existencias almacenadas".

La maestra Rosanety Barrios contabilizó que cada barril de petróleo mexicano le "cuesta a Pemex 33 dólares, ya con gastos administrativos y financieros. Más el 15 por ciento de impuestos, con lo que llega a un costo real de 49 dólares, cuando el barril de la mezcla mexicana está cotizando entre 10 y 12 dólares. Pemex pierde dinero desde que opera".

Qué sigue para efectos globales en el uso de la energía, se preguntó la consultora internacional. "Se espera que la demanda de petróleo supere a la oferta mundial, pero hasta diciembre de 2021 el mercado de futuros proyecta que el costo del barril puede llegar a  los 33 dólares. Es un escenario muy negativo, pero es al mismo tiempo la gran oportunidad para la humanidad de acudir a las energías renovables".

La maestra Monserrat Ramiro Ximénez, excomisionada de la Comisión Reguladora de Energía,  recordó que México "es un país netamente importador de energías. La caída del precio del barril mexicano es muy grave. El problema es ¿qué se hace con la política pública con el tema energético con un actor como Pemex en medio? Hoy Pemex, por estar abierto, pierde dinero porque es un productor caro. No hemos sabido qué podemos y qué le queremos pedir a Pemex. México se tiene que ubicar como un patrón de movimiento hacia la electrificación a partir de energía limpias, que hoy son mucho más baratas y eficientes, a pesar del discurso oficial. La realidad Post-Covid viene y no la vamos a poder meter debajo de la alfombra. El episodio de la OPEP nos brindaba una posibilidad única para insertarnos en un consenso internacional que mejoraría las finanzas públicas al reducir la producción, ayudado a que los precios subieran, y dejado de tener una presión para demostrar que producimos mucho crudo y los convertimos en gasolinas pero en realidad lo que hacemos es quemar dinero. Y no le podemos exigir a Pemex lo que desde muchos años atrás no ha hecho bien y probablemente en el futuro tampoco pueda hacerlo, dado el contexto internacional tan adverso y la deuda que tiene encima", concluyó.

En su turno, el exsubsecretario de Energía, miembro de la junta de SEfor All, Leonardo Beltrán Rodríguez, dijo que a partir de las cifras conocidas, se puede ver que "quienes están sufriendo son los combustibles fósiles, no la energía renovable. El futuro son las energías renovables. Pero su nivel actual de pérdidas es extraordinario. El modelo de negocio de Pemex ya no es viable ni a mediano ni a largo plazo. Probablemente podría cambiar a un negocio nuevo. Dejar de producir petróleo y cambiar a ser empresa energética. Pemex sin duda puede hacer más cosas que extraer crudo sin ser productivo".

En Estados Unidos los grupos financieros invierten cada vez menos en combustibles fósiles, añadió. "Y las majors ya están internalizando que por el 2050 la demanda será más de energías renovables. El pastel del mercado petrolero será cada vez más pequeño. Si quieres tener una empresa energética debes hacerlo donde el futuro es sustentable. Si Pemex cambiara a empresa energética incorporando al sustentabilidad, podría enfocar el nuevo modelo de negocio hacia una empresa energética con acceso a tecnología, nuevas herramientas de planeación y acceder a un mercado financiero que apoyará a empresas que no estén enfocadas al sector hidrocarburos convencional y disminuyan la huella de carbono, conforme al Acuerdo de París.

Eduardo Prud`Homme, Copartner en GADEX, expresó, en el webinar de la Udlap Jenkins moderado por la maestra Irene Trejo, que "Estados Unidos ha jugado un papel muy importante en el mercado global, llegando a un diez por ciento del mercado en estos dos años. En marzo vimos un choque de trenes donde la producción de la OPEP ha decrecido y ha girado hacia el mercado asiático. Antes del COVID Estados Unidos iba a rebasar al mercado ruso. En este entorno el papel de México es jugar en ambos lados, como importador y exportador.

El que Estados Unidos sea cada vez más exportador, ha afectado el precio del petróleo mexicano. Nos ha puesto en un entorno volátil. Difícilmente veremos demanda como antes de la pandemia. La del petróleo caerá en un 9 por ciento. La transición energética va a llevarse muchos años. La brecha entre energía fósiles o renovables es aun enorme. México tiene la oportunidad en la dinámica de precios y de balance de crudo. Se puede convertir en el jugador que pueda absorber de manera marginal alguna producción de crudo, sobretodo en los campos de Texas. Nos conviene una visión más regional, más norteamericana. Puede ser una situación de diálogo bilateral, incluso para asegurar el flujo de todos los combustibles que recibimos de Estados Unidos.

Es importante decir que los objetivos de producción para 2024 de dos millones de barriles diarios deriva de un pensamiento mágico.

Vale la pena replantearse que no podemos seguir pensándonos como el gran productor de petróleo que éramos en los años ochenta. Creo que el papel de México como país petrolero cada vez será menos relevante. Pasó de generar el 4 por ciento de las exportaciones mundiales a un 2.5, y cada vez tiene mayor presencia como país importador.

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