CIUDAD DE MÉXICO.- En víspera del arribo del Papa Francisco a la Ciudad de México, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, llamó a los feligreses a no intentar acampar porque va a estar absolutamente prohibido.
Pero dijo que quien desee estar en las calles aledañas "pues no se lo vamos a impedir. Es decir, lo que vamos a buscar es que la gente no tenga incomodidades".
El mandatario insistió en que habrá entrada libre al Zócalo capitalino a quienes quieran presenciar la entrega de las llaves de la ciudad al jerarca católico y advirtió que se rebasará las 60 mil personas que se tienen contempladas para este sábado y que habrá pantallas para quienes no alcancen a entrar.
Entrevistado luego de recibir el Reconocimiento al Hombre del Año WBC 2015, Mancera Espinosa dijo que el Estado Mayor Presidencial será el encargado de resguardar la seguridad en el Zócalo, y entregarán un brazalete a 60 mil personas.
En este sentido dijo que "40 mil será de personas que yo insisto que entren sin ningún tipo de requisito. Y los otros 20 mil, pues es lo que tiene el Estado y la iglesia".
Y en caso de que se decidan dar boletos, Mancera indicó que tendrá dispuesto personal para que los entreguen una vez que hayan ingresado y puedan tener el otro distintivo, "pero sigo insistiendo con la Presidencia de la República y con el Estado Mayor en que se evite el tema de boletos".
Sobre el dispositivo de seguridad dijo que comenzará muy temprano, y que podría ser que desde las 2 de la mañana estén laborando para restringir el acceso.
Finalmente el mandatario capitalino informó que de acuerdo a la agenda, a las 10:30 descenderá el pontífice del Papamóvil, y de ahí irá hacia el templete para entregarle las llaves de la ciudad.