"Tengan la seguridad de que no nos vamos a ir hasta que la vida regrese a la normalidad", prometió el presidente Enrique Peña Nieto a los damnificados de Santa María Xadani, Oaxaca, una de las regiones más afectadas por el sismo de 8.2 grados Richter del pasado 7 de septiembre.
Durante un par de horas, el primer mandatario hizo un recorrido por la zona, acompañado por su esposa, Angélica Rivera, y los secretarios de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer.
"No están solos", aseguró el presidente a los pobladores de este municipio, donde viven cinco mil habitantes y se tienen censadas dos mil viviendas, de las cuales 950 resultaron afectadas, 350 con pérdida total, de acuerdo con datos preliminares.
El titular del Ejecutivo federal pidió a la sociedad mexicana seguir donando víveres, despensas y ropa, los cuales –dijo– serán distribuidos y entregados a través de los miembros de las Fuerzas Armadas, así como con el apoyo de voluntarios.
"Todos somos Oaxaca, todos somos Chiapas, todos México y necesitamos la ayuda de todos", dijo en un mensaje a los damnificados de dicho municipio.
El político mexiquense, en ese sentido, pidió a los medios de comunicación que se sumen a la labor de "sembrar" solidaridad y mayor consciencia de los daños y las afectaciones que existen en Chiapas y Oaxaca tras el temblor.
"Y más que volvernos señaladores o críticos de lo que falta, seamos parte todos de la solución", soltó el titular del Ejecutivo federal.