CIUDAD DE MÉXICO.- Luis Videgaray Caso, secretario de Relaciones Exteriores, aseguró a la Cámara de Diputados que imponer un gravamen a las remesas que los migrantes que viven en Estados Unidos envían a sus países de origen, "para México es un asunto no negociable", por lo cual advirtió que, de llevarse a cabo, ello "significaría un punto de quiebre en cualquier dialogo respecto a otros temas".
"Específicamente en el tema de las remesas es uno de los puntos que desde el principio, de manera pública y explicita, hemos trasmitido al gobierno de Estados Unidos que para México es un asunto no negociable", sostuvo.
Indicó también que el planteamiento de gravar las importaciones provenientes de México "es muy mala idea", porque los consumidores finales terminarían pagando los impuestos.
Advirtió que "ese tipo de medidas iría en contra de los tratados comerciales, no solamente de América del Norte, sino particularmente de las reglas de la Organización Mundial de Comercio. Por lo tanto tendríamos capacidad jurídica de actuar en consecuencia", externó.
El funcionario expresó su esperanza de que en el plan fiscal –que el gobierno de Donald Trump presentará este miércoles– "no figuren esas medidas por el bien de la relación y, sobre todo, por el bien de los mexicanos en Estados Unidos".
CAUSA 'NERVIOS' EN EU
Más allá de una posible reducción a las tasas corporativas, que beneficiaría a la iniciativa privada, la preocupación que cala entre algunos empresarios de Estados Unidos es que se había planteado una reforma fiscal y no se sabe qué más podría tocar, de acuerdo con Margarita Escalante, abogada en la firma Miller Canfield en Chicago.
"Lo que le da nervio a la industria privada es que dicen 'ok que padre que va a bajar la tasa, pero a cambio de qué, cuál va a ser la reforma en sí'. Hasta ahorita la administración no ha querido decir que va haber algo así como impuesto al ajuste fronterizo, pero tampoco han dicho que no va a ser el caso", dijo Escalante.
Con información de Valente Villamil.