CIUDAD DE MÉXICO. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se excedió en sus expresiones contra el expresidente Felipe Calderón porque sus palabras no tienen fundamento, en el sentido de que esté promoviendo un golpe de Estado en esa nación, ni de estar vinculado al narcotráfico, por lo que el gobierno mexicano debería presentar una queja diplomática, coincidieron politólogos consultados.
El Partido Acción Nacional (PAN) debería de defender a un expresidente de la República salido de sus filas y uno de sus militantes, superando sus diferencias internas, y "no dejarlo solo", precisaron en entrevistas a El Financiero.
"Independientemente de las diferencias, el gobierno mexicano debería ser muy firme en plantear una queja diplomática porque se trata de un expresidente. El PAN con las diferencias internas que tiene de calderonistas y maderistas debería superarlas en este caso para hacer un frente común ante este tipo de arbitrariedades y declaraciones muy ligeras", dijo el internacionalista del Tecnológico de Monterrey, José Fernández Santillán.
El constitucionalista e investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Jaime Cárdenas, expresó: "el PAN está de cabeza, no defiende a su expresidente ante la injusta crítica de Maduro. Calderón puede ser acusado por otras cosas, no de estar financiado al narco, eso es falso".
A su vez, el profesor e investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), Alberto Aziz Nassif, manifestó que "Maduro tiene escasa credibilidad, se caracteriza por declaraciones estridentes, sin fundamento". El PAN tendría que sacar la cara por Calderón, aunque no fuera del gusto del que gobierna Acción Nacional, precisó.
El viernes pasado, el presidente Maduro acusó a los expresidentes Calderón, de México; Andrés Pastrana, de Colombia, y Sebastián Piñera, de Chile, de viajar a Venezuela –a un foro del opositor partido Voluntad Popular– pagados por el narcotráfico y de apoyar un golpe de Estado.
Para el profesor investigador del Departamento de Estudios Globales del TEC, Fernández Santillán, las expresiones de Maduro son "patadas de ahogado" de un gobierno dictatorial que no admite la disidencia ni interna ni externa; que resiente la caída de los precios del petróleo y tiene bajos niveles de aceptación.
"Yo he sido un crítico feroz de Calderón, pero en esta ocasión en bien de la democracia nacional e internacional debo mostrar mi solidaridad ante una arbitrariedad y un exceso verbal de ese tirano. Se excedió", afirmó Fernández Santillán.
El investigador del IIJ-UNAM Jaime Cárdenas consideró grave que su partido no lo defienda por no pertenecer al grupo que lo controla y lo dejen a su suerte. México "debería hacer algún tipo de protesta y de reclamo a Venezuela, pero no quiere abrir un frente diplomático por "mala fe, torpeza y el desprestigio internacional por Ayotzinapa e Iguala, no tiene cara para protestar".
A su vez, el politólogo Aziz Nassif dijo que si el PAN fuera un partido democrático en serio, tendría que defender a Calderón, aunque no fuera del gusto de la dirigencia. "Este es un ingrediente más que se va sumando a una serie de agravios entre los grupos panistas y ahonda la polarización", añadió.