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Un avión, 100 empresarios y 10 'niños gritones': una cena al estilo AMLO en Palacio Nacional

A Palacio Nacional entraron al menos 10 niños 'gritones' de la Lotería Nacional con boletos de la rifa del avión presidencial para vendérselos a los empresarios.

En el antiguo salón de la tesorería de Palacio Nacional, una docena de mesas fueron cubiertas con manteles blancos y guinda, cada una con al menos 10 sillas a su alrededor, dieron espacio a un centenar de empresarios invitados a una tradicional cena tabasqueña con el presidente Andrés Manuel López Obrador para "aliviar parte del problema de salud que tiene este país".

Con la compañía de niños 'gritones' de la Lotería Nacional -que anuncian a los ganadores de cada sorteo-, López Obrador cenó la noche del miércoles con empresarios para ofrecerles boletos para la rifa del avión presidencial.

"Ellos ya saben a lo que vienen", dijo el titular del Ejecutivo al anunciar sus intenciones de reunirse con la iniciativa privada.

El reloj todavía no marcaba las seis de la tarde cuando una camioneta de carga se estacionó en doble fila sobre Correo Mayor. Había llegado el chocolate espeso y los tamales de Chipilín aún destilando vapor. Llegaron también los panes y la salsa roja para el cónclave empresarial.

Por la calle de Moneda, desfilaron 10 niños gritones de la Lotería, los mismos que cantan el premio mayor los viernes por la noche. Ataviados con su uniforme rojo carmín y su sombrero de fieltro, ingresaron a Palacio cargando una tómbola cromada y un marco de madera listo para ser develado.

La presencia de camarógrafos, fotógrafos y reporteros, apostados en las inmediaciones del recinto, despertó la curiosidad de los transeúntes que preguntaron sobre lo que sucedía: "¿Va a salir mi cabecita de algodón?", se preguntaron.

"Es una cena privada", dijo uno de los integrantes de la ayudantía con aire parco, mientras el curioso atisbaba hacia el interior del recinto, como si quisiera reconocer a la distancia a alguno de los invitados, quienes comenzaron a llegar al número 8 de Corregidora. ¿Y esos quiénes son? Son empresarios, la respuesta.

Identificar el modelo y el año de la camioneta, se convirtió en el entretenimiento de los comerciantes ambulantes, que cohabitan en las calles aledañas.

Puntuales, llegaron al encuentro: Daniel Chávez (CEO de grupo Vidanta), María Asunción Aramburuzabala, Vicente Yáñez (Antad), Daniel Servitje (Grupo Bimbo), Miguel Rincón (Bioparque), Miguel Rincón (Biopapel), Carlos Peralta (IUSA), Carlos Slim (Grupo Carso), José Manuel López Campos (Concanaco), Alejandro Ramírez (Cinépolis), Olegario Vázquez (Grupo Ángeles), Miguel Alemán Velasco (Interjet), Bosco de la Vega (Consejo Nacional Agropecuario), Humberto Garza (Famsa), Antonio del Valle (Consejo Mexicano de Negocios), Carlos Salazar Lomelín (Consejo Coordinador Empresarial) y Emilio Azcárraga (Televisa), entre otros.

"Hay que apoyar al país y al presidente... no sé los detalles, la verdad. Vamos a ver de qué se trata", dijo a su llegada Carlos Bremer director de Grupo Financiero Value.

Sobre la Plaza de la Constitución, y sobre Corregidora, a un costado del recinto, se instaló un ejército de choferes y guardias, todos con traje oscuro, camisa blanca y transmisor al oído, listos para esperar y, en algunos casos, cenar algún aperitivo banquetero.

Fue necesario esperar hasta el fin de la cena, lo que para entonces ya había trascendido detrás de las bambalinas de la reunión secreta. Los empresarios recibieron una carta con opciones para apoyar la rifa, con montos que iban de los 20 a los 200 millones de pesos.

"Algo que tenemos que destacar es que fue voluntario; él dijo 'aquí no hay presiones'", refirió a su salida el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Francisco Cervantes.

Humberto Garza, de Famsa aclaró que "no es ningún compromiso, no es ningún pagaré, era una sugerencia".

Mientras que Bosco de la Vega, presidente del CNA, explicó las razones de la reunión: "Lo que yo entiendo y estamos apoyando es el tema de salud en este país, desde equipos médico y medicamentos es una distribución para el sistema de salud, que no la está pasando bien ahorita".

Nadie quiso decir con cuántos 'cachitos' se comprometió. De acuerdo con fuentes consultadas, se alcanzó "casi" la meta, que era de 2 mil millones de pesos, pero "No hubo presión, no era carta compromiso y no se firmó".

Mientras, el avión presidencial TP01 nunca apareció, sigue en San Bernardino, California, ni siquiera se rifará, solo se convirtió en el pretexto para la cooperación con el sector empresarial.

Los empresarios invitados a la cena con López Obrador recibieron esta carta compromiso donde pueden elegir el monto que destinarán para la compra de 'cachitos' de la rifa del avión presidencial, de acuerdo con una publicación de Joaquín López Dóriga.

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