CIUDAD DE MÉXICO. Los linchamientos ocurridos en distintos entidades del país representan una de las formas vivas de la impunidad en las que los gobernantes tienen responsabilidad por no brindar eficiente seguridad a la ciudadanía, dijo Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC).
"Donde suceden linchamientos hay un proceso de impunidad tan grande que es normal que se den, o sea, normal en términos estadísticos, es natural que algo suceda así cuando ves que efectivamente una y otra vez el Estado es incapaz de resolver las necesidades de seguridad de los ciudadanos", destacó.
Dijo que se trata de un problema mayúsculo pues tan solo en los últimos cinco años en los estados de México y Puebla, gobernados por Eruviel Ávila y Rafael Moreno, respectivamente 92 casos.
El caso más reciente fue el linchamiento en Ajalpan, Puebla, de dos encuestadores que fueron confundidos con secuestradores.
"Esa forma extrema que viola todos los sistemas y que a veces termina siendo extremadamente negativa y en algunos casos con resultados que son muy dolorosos como es la muerte de personas inocentes.
"Si un gobernante es incapaz de gobernar pues obviamente hay responsabilidad, si un gobernante permite espacio para la impunidad pues obviamente es corresponsabilidad del gobernante, eso no exime que estamos hablando de ciudadanos que cuando llegan al linchamiento están cometiendo delitos que son graves", dijo Rivas .