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'Chapo' está en la cárcel peor evaluada de México

En un informe de 2015 de la CNDH, el Centro Federal de Readaptación Social número 9 tiene una calificación de 6.63 en una escala del cero al 10, la más baja del país.

CIUDAD DE MÉXICO.- La cárcel en Chihuahua a donde las autoridades transfirieron repentinamente al líder narcotraficante Joaquín 'El Chapo' Guzmán es considerada por autoridades de derechos humanos como la peor del sistema penitenciario federal debido a las condiciones de reclusión y otros factores, de acuerdo con un informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

El Cefereso 9, localizado en las afueras de Ciudad Juárez, fronteriza con El Paso, Texas, registró buenas calificaciones en "condiciones de gobernabilidad", posiblemente un indicio de que las autoridades creen que aquí pueden controlar el entorno del capo y reducir el riesgo de que protagonice otra audaz evasión, que sería la tercera en su haber.

Sin embargo, Michael Vigil, exjefe de operaciones internacionales de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), puso en duda la lógica de enviar a Guzmán a una prisión menos segura ubicada en un territorio controlado firmemente por el Cártel de Sinaloa —encabezado por "El Chapo"— después de que esa organización se alzara victoriosa en su guerra contra el cártel de Juárez.

"Simplemente carece de sentido", declaró Vigil el domingo. "Él tiene esa parte de su imperio, tiene infraestructura ahí y personal que lo ayudaría en lo que respecta a diseñarle otra fuga", apuntó.

Un informe de 2015 elaborado por la CNDH dio al Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 9 una calificación de 6.63 en una escala del cero al 10. Es la más baja para cualquiera de las 21 prisiones federales del país.

En comparación, la instalación de máxima seguridad en el Altiplano —en el centro del país— donde estaba Guzmán, que era la décima en la lista con una calificación de 7.32.

La cárcel del Altiplano es considerada la de mayor seguridad en el país y muchos pensaban que era a prueba de fugas. Esa creencia se vino abajo cuando Guzmán se escapó en julio de 2015 a través de un sofisticado túnel de 1.5 kilómetros de largo (una milla) excavado por sus cómplices hasta la ducha en su celda. El pasaje estaba equipado con una motocicleta modificada para correr sobre rieles.

El Cefereso No. 9 está cerca de la autopista Panamericana, a unos 23 kilómetros al sur del centro de Ciudad Juárez, en medio del desierto del estado de Chihuahua, una zona árida bajo un sol ardiente.

Prácticamente no hay nada en varios kilómetros a la redonda, salvo una universidad a unos tres kilómetros al este.

César Duarte, gobernador de Chihuahua, dijo en conferencia de prensa que la transferencia de Guzmán no representa un riesgo para el estado y que hay señales de mejoras en materia de seguridad.

La decisión de haberlo traído es porque "no habrá ninguna fuga", afirmó Duarte a la prensa.

"Precisamente si se trajo del Altiplano aquí es porque las condiciones de seguridad están muy por encima de las del mismo Altiplano, así convino al gobierno de la República... Entonces no hay riesgo de fuga", agregó.

El líder del cártel de Sinaloa —quien está peleando para no ser extraditado a Estado Unidos, donde enfrenta cargos por drogas en siete jurisdicciones distintas— fue transferido el sábado en la madrugada en un operativo sorpresivo y en medio de fuertes medidas de seguridad.

Las autoridades dicen que es rutina rotar a los internos por cuestiones de seguridad, pero analistas han dicho que tal vez también querían sacudir el entorno de "El Chapo" para frustrar cualquier plan de fuga que pudiera estar en progreso.

Vigil advirtió que Guzmán no debería permanecer en Juárez por un periodo largo.

"Si lo mantienen ahí por un periodo largo, el gobierno mexicano se arriesga a que se les fugue", declaró Vigil. "Si se les escapa, el gobierno mexicano perdería sin duda toda credibilidad".

De acuerdo con el informe de la comisión de derechos humanos, el Cefereso 9 tuvo bajas calificaciones en garantizar una estadía 'dignificada' y en el manejo de reos con necesidades especiales. Tuvo calificaciones medias en garantizar la seguridad de los prisioneros, así como en bienestar y rehabilitación.

Menciona también que está un poco sobrepoblado, con mil 012 internos dentro de esa prisión del estado de Chihuahua, que tiene capacidad para 848 reos. Las autoridades reconocen que la sobrepoblación es un problema extendido en el sistema penitenciario mexicano.

En general, el Cefereso 9 obtuvo una evaluación "amarilla" en 2015 en el sistema de calificación de la CNDH. Eso es una mejoría desde la calificación "roja" que tuvo en 2014, aunque su nota numérica fue la más baja del país.

En "gobernabilidad" fue la única categoría donde la prisión recibió color "verde", o buena. La prisión del Altiplano también obtuvo color verde en condiciones de gobernabilidad.

"El Chapo" se fugó por primera vez de una prisión en 2001 y pasó más de una década como uno de los prófugos más buscados del mundo. Fue recapturado en 2014 y escapó al año siguiente. Elementos de la Infantería de Marina mexicana lo arrestaron en el estado de Sinaloa en enero de 2016, después de que escapó a través del drenaje desde una casa donde se ocultaba.

Guzmán fue regresado al Altiplano —de donde se fugó en 2015— y las autoridades aumentaron las medidas de seguridad para él. Estaba bajo constante observación con una cámara sin puntos ciegos instalada en el techo, mientras que las paredes y piso de la celda fueron reforzados con barras de metal y una capa de concreto de 40 centímetros (16 pulgadas). Las autoridades también restringieron sus visitas.

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