CHILPANCINGO.- Transcurren las horas y nada se mueve. Pasan dos y tres días, y el panorama en los dos plantones que mantiene la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) en la capital del estado es de completo abandono.
Tanto en la explanada del Zócalo de Chilpancingo, como en la Secretaría de Educación Pública del Estado, y otras oficinas de gobierno, decenas de casas de campaña individuales sólo se mantienen armadas, pero dentro no hay ni cobijas ni almohadas ni mochilas ni mucho menos algún maestro disidente de esta organización.
La "guardia" en el plantón, que se ubica en las calles que rodean la Secretaría de Educación es de sólo cinco maestros, cuatro hombres y una mujer. Es la hora de la comida y huele bien en ese espacio. Los profesores acaban de recalentar pozole blanco que quedó tras el festejo del Día del Maestro.
"Unos se fueron a sus comunidades, pero van y vienen, y otros se fueron a la marcha en la Ciudad de México desde el jueves (14 de mayo)", justifica uno de los maestros lo vacío del campamento.
La maestra explica que el plantón lo conforman miembros de la
CETEG de las 7 regiones del estado: "De aquí para aquella carpa, pertenecemos a Tierra Caliente. De la carpa a la esquina, son de la Costa Chica. Costa Grande está a la vuelta. Montaña está enseguida, luego siguen región Norte y Acapulco y la región Centro cierra el cerco".
Pero lo que se alcanza a observar desde la mesa, donde se prepara un pozole de muy buen ver, a la esquina, son sólo tiendas vacías, postes para apuntalar las casas de campaña, cuerdas, lazos, mantas con consignas y sillas... también vacías. Al dar vuelta a la esquina lo mismo, aunque en ese corredor el panorama luce desértico.
A unos metros, miembros del Ejército con sus rifles de alto poder al hombro suben a un camión militar algunas bolsas de supermercado, luego de una compra relámpago que acaban de realizar en una tienda departamental ubicada en la esquina contraria al campamento de la CETEG.
Sin prestarles atención, un maestro disidente advierte que la CETEG no moverá los plantones en Chilpancingo hasta que se cumplan sus principales demandas, que son la no implementación de la reforma educativa en Guerrero, la herencia de plazas, las conquistas laborales de la organización, la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa y el pago de 90 días de aguinaldo. Narra que a unas calles de ahí, en la Casa Guerrero, es donde están laborando los trabajadores la la Secretaría de Educación, así como el gobernador interino, Rogelio Ortega.
A principios de 2014, el plantón de la CNTE en la explanada del Monumento a la Revolución lucía abandonado.
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CAPAS DE ADORO
Nada es distinto en el Zócalo de la capital guerrerense. La mitad de la plaza del Primer Congreso de Anáhuac mantiene un campamento de maestros de la CETEG desde el pasado 8 de octubre, el cual luce prácticamente abandonado.
En dos carpas construidas con lonas de propaganda electoral, los escasos profesores disidentes que vigilan el campamento buscan matar las horas con amenas pláticas, lectura de periódicos, escuchando la radio o, de plano, con prolongadas siestas. na tras otra se apilan las casas de campaña individuales, llenas de polvo en los toldos por la falta de uso. Bloquean el acceso a la presidencia municipal de Chilpancingo y a la Casa de Cultura.
Los maestros de la CETEG ahora sólo esperan indicaciones sobre la estrategia a seguir el día del proceso electoral del 7 de junio, donde tienen como objetivo el boicot a los comicios, la quema de boletas y el intento de anulación del voto.