CIUDAD DE MÉXICO.- Con siete votos a favor, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) sancionó al partido Morena con "amonestación pública" porque su líder, Andrés Manuel López Obrador, utilizó un auditorio propiedad de la Parroquia de Nuestra Señora de la Soledad para un acto político.
"No considero que el hecho denunciado sea de extrema gravedad, pero sí claramente contrario al principio de separación entre actividad partidista e iglesias, a la clara distancia que debe existir entre política y religión", dijo el consejero electoral Ciro Murayama.
Después expresó su oposición al proyecto de resolución y propuso que la queja del PAN y el PVEM se declarase fundada y al menos se sancionara al partido con una amonestación, lo que abrió un amplio debate sobre el artículo 130 constitucional, laicidad y separación Iglesia-Estado.
El 18 de julio de 2014, López Obrador realizó una conferencia sobre la reforma energética en el auditorio San Román Adame, administrado por la parroquia de Nuestra Señora de la Soledad, en Ayotlán, Jalisco.
El Consejo General determinó, además, dar vista a la Unidad Técnica de Fiscalización para iniciar un procedimiento e investigar si en el uso del inmueble hubo aportación en especie o indebida para Morena.
"Estamos hablando de un acto político por parte de un líder indiscutible de un partido político, un partido que estaba a unos días que surgiera efecto el registro en todos sentidos", dijo el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova.
El debate comenzó cuando el consejero Murayama estableció que los espacios religiosos no deben ser impregnados por el discurso político y rechazó que el dictamen fuera catalogado como "infundado", ya que el recinto era propiedad de una Iglesia, incluso administrado por un ministro de culto.
El representante suplente de Morena ante el INE, Jaime Miguel Castañeda, rechazó el uso de un inmueble de la Iglesia pues el auditorio es de usos múltiples y no está registrado como centro de culto.
"No hay uso de recinto religioso", reviró.
La consejera Pamela San Martín explicó que el 130 constitucional prohíbe expresamente la celebración de eventos de carácter político en los templos y se utilizó una iglesia por un partido que tenía certificado de registro.
Al final solo los consejeros que mantuvieron el proyecto como infundado fueron Benito Nacif, José Roberto Ruiz, Adriana Favela y Enrique Andrade.