Lo que había sido una marcha pacífica de los padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, fue rota por grupos de anarquistas que iban a la vanguardia del contingente vandalizando instalaciones de inmuebles públicos y privados, arrojando coetones e intentando provocar a los policías que nunca intervinieron para controlarlos.
Los anarquistas, comenzaron su camino de vandalismo casi desde el momento que atravesaron el Circuito Interior, lanzando todo tipo de objetos a bancos, hoteles, monumentos e incluso a los transeúntes.
Se armaron de varios coetones que lanzaron en todo el trayecto y en Lieja y Reforma con uno de esos explosivos lograron derribar un espectacular al tirarle un petardo.
Durante su andar realizaron todo tipo de pintas, en algunos inmuebles, pero ante el paso de los cuerpos de policías, pintaban sobre las banquetas consignas en apoyo a los desaparecidos.
Frente a las instalaciones del Senado, lanzaron coetones, piedras, botellas y objetos que se encuentran en su camino.
En la retaguardia de los manifestantes que conmemoraban un año de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas, sobre avenida Juárez, casi a las 16:30 horas, los jóvenes anarquistas, aventaron dos cohetones e intentaron romper los cristales del Sanborns de Humboldt y Avenida Juárez, así como de un puesto de periódicos que se encontraba frente a ese restaurante,pero no lograron su objetivo.
Algunos miembros de la manifestación les comenzaron a gritar que no querían la violencia, pero los anarquista, continuaron intentando generar desmanes.
Más adelante en el Starbuks que se ubica en la esquina de Juárez 76, los anarquistas lograron reventar uno de los enormes cristales que resguardan esa cafetería y aventaron al interior otro coetón, asustando a los comensales que allí se encontraban.
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Sobre esa misma avenida atacaron un restaurante de pollo frito y le lanzaron un petardo a su interior, asustando a los clientes que comían en ese lugar.
Si bien procuraban evitar enfrentamientos con la policía, si lanzaron petardos contra ellos, pero los uniformados no respondieron a sus ataques en ningún momento.
Finalmente, a las 17:15 horas, los anarquistas lanzaron una bomba de humo, en la esquina de Balderas y Juárez, la cual aprovecharon para cambiarse de ropa, quitarse las máscaras y dispersarse, perdiéndose entre la multitud.