CUERNAVACA.- El cuerpo del joven Jesús Hernández Maldonado, reportado como desaparecido hace tres años, se encontró en las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) de la región oriente de la Fiscalía General de Morelos.
Al respecto, el fiscal Javier Pérez Durón, señaló que esta situación se debió al "desaseo" que existía al interior de lo que fue la Procuraduría General de Justicia, que en ese entonces estaba a cargo de Rodrigo Dorantes Salgado.
Argumentó que esa "mala administración de los cuerpos" data desde hace tres o cuatro periodos anteriores a la administración de Graco Ramírez y no descartó la posibilidad de que existan más cuerpos con las mismas condiciones.
La denuncia por desaparición se hizo el 25 de marzo del 2014 pero fue hasta el 29 de agosto de este año, que la fiscalía notificó a los familiares de Jesús Hernández Maldonado, sobre el hallazgo de los restos en un costal, cuyo levantamiento se había hecho en los Campos de "La Cañada" del ejido de Cuautla el 13 de julio de 2014.
Sin embargo, los familiares del joven señalaron que al momento del hallazgo, hace tres años, nunca se hizo la confronta para determinar la identidad.
En ese entonces quien estaba a cargo de aquella región era el subprocurador de la zona oriente, José Manuel Serrano Salmerón, funcionario al que destituyeron por presuntas irregularidades cometidas en el caso de los 118 cuerpos inhumados clandestinamente en las fosas de Tetelcingo; también quien fungiera como coordinadora de Servicios Periciales, Ana Lilia Guerrero.
Ante este panorama, los familiares rechazaron en un inicio la versión oficial de la fiscalía estatal, cuando se enteraron de las anomalías; por ello solicitaron que la Procuraduría General de la República (PGR) hiciera las pruebas de ADN a los restos y a los padres de Jesús, y fue hasta el pasado 30 de octubre de 2017 que la instancia federal confirmó que sí correspondían a Hernández Maldonado.
Los familiares informaron que se presentaron durante la apertura de las fosas irregulares del municipio de Jojutla, para constatar que el cadáver de Jesús no estuviera entre los demás cuerpos que ahí se inhumaron de manera irregular.
Al mismo tiempo su hermana participó en las manifestaciones y marchas del movimiento de víctimas, tras la desaparición, incluso, la fotografía del joven se sumó a las imágenes que se encuentran en la ofrenda instalada en Casa Morelos en memoria de las víctimas de violencia en Morelos. .