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Denuncian que falta de equipo y protocolos deja 21 médicos con COVID-19 en IMSS-Troncoso

La desorganización que ha privado en esta unidad de atención mixta pone además en riesgo a los pacientes que ingresan por otro padecimiento.

Saturado, el Hospital General de Zona 2A Troncoso del IMSS, donde priva el hacinamiento de pacientes, ha registrado el brote de contagio de 21 médicos de COVID-19 derivado no sólo del equipo de protección personal (EPP) "deficiente, incompleto y de mala calidad" sino por la ausencia de protocolos.

De acuerdo con Víctor Hugo, un internista sobreviviente al Covid-19, entrevistado por El Financiero, sólo seis de esos doctores han requerido hospitalización; sin embargo, dos de ellos, están muy graves, ya que están intubados; uno de ellos es subdirector del turno vespertino.

"Se durmieron en sus laureles y creyeron que estaban haciendo las cosas bien, hasta que ellos mismos han sido víctimas, pero ni aún así hay reacción. Todo está mal, poco personal, no hay manera", expresa.

La desorganización que ha privado en esta unidad de atención mixta pone además en riesgo a los pacientes que ingresan por otro padecimiento, ya que, sin tener la certeza de que están infectados, son llevados del área de urgencias a piso, donde en cubículos de tres camas "revuelven enfermos COVID-19 con los que no lo son".

"Es un ambiente de mucho riesgo, mucho estrés porque no solamente es el riesgo de atender pacientes y que te puedas contagiar, sino que no hay con qué trabajar, (porque) no hay medicamentos, no hay radiografías. Es un estrés sobrenatural, porque es frustrante por todos lados, tanto como para ti como para personal de salud, como para el paciente", asevera.

-¿Es un caos? -se le cuestiona, en entrevista vía telefónica, a Víctor Hugo, cuyo nombre ha sido cambiado ante posibles represalias.

-Es un cagadero, en pocas palabras. Perdón la palabra, como decimos en mi tierra, no sólo la cagan, sino la embarran, expresa indignado.

Por ello, en este hospital, refiere, "la mortalidad es muy alta, más alta de lo que debería ser", sostiene el médico, quien revela que ha invertido 5 mil pesos de su bolsa para adquirir su equipo de protección.

EL ORIGEN DEL BROTE

Jacobo, otro médico internista cuyo nombre también ha sido cambiado, relata el origen del brote que ha afectado no sólo a 21 internistas, sino a por lo menos dos enfermeras.

A principio de marzo, las autoridades del hospital quitaron al área de medicina interna unas oficinas en el segundo piso y los internistas fueron colocados frente a geriatría.

A geriatría ingresó, a mediados de marzo, un paciente de 70 años con cirrosis y EPOC; al tener insuficiencia respiratoria, el paciente, cuya esposa había llegado de Texas, tuvo que ser intubado a un ventilador.

Los internistas comentaron al sindicato que, por cuestiones sanitarias, no era adecuado tener un área de trabajo justo enfrente de geriatría; no se atendieron las demandas y a los pocos días varios médicos comenzaron a presentar síntomas de COVID-19.

El 4 de mayo, los trabajadores entregaron un pliego petitorio a las autoridades en el que solicitan evitar el hacinamiento y asegurar la dotación de equipo de calidad.

"Exigimos el cierre inmediato y definitivo de la oficina de médicos del segundo piso, la cual no tuvo razón de ser desde el principio y fue la causante de tantos contagios", se lee en el documento.

Jacobo relata que a consecuencia de que no hay abastecimiento de medicamentos ha habido defunciones durante el fin de semana.

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