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Era completamente pobre la estructura de la escuela: Cenapred

El director general del Centro Nacional de Prevención de Desastres, Carlos Valdés, mostró fotografías de los edificios colapsados en la ciudad y sobre el colegio Rébsamen comentó que: "todo se colapsa por una estructuración completamente pobre”.

CIUDAD DE MÉXICO.- Carlos Valdés, director general del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), aseguró que en el caso del Colegio Enrique Rébsamen, "la estructuración era completamente pobre" y en el edificio de Álvaro Obregón el acero era "deficiente".

El director del Cenapred habló ayer sobre la seguridad de los edificios después del sismo, en la Facultad de Química de la UNAM.

Valdés González mostró fotografías de los edificios colapsados en la ciudad y de las casas derrumbadas en Chiapas y Oaxaca y explicó por qué la estructuración falló.

Sobre el colegio Enrique Rébsamen expuso imágenes del antes y después y comentó que: "esta es la columna y tenía este piso y luego le echaron uno más y otro más. Y luego la famosa casa de la directora. Muy bonita. El balcón, el techito de madera… todo esto se colapsa por una estructuración completamente pobre".

Carlos Valdés explicó que "no hay columna, por eso el colapsamiento es severo y es la parte complicada de rescatar a niños y a profesores. Es una porquería de pared. Es una mezcla de algo mal hecho, otra parte pésimamente hecha y la respuesta es el colapso".

Sobre el edificio de Álvaro Obregón 286 afirmó que "la construcción es deficiente en la parte del acero, poco acero, yo supongo que estaba oxidado por las lluvias. ¿En dónde vamos a encontrar a alguien con vida ahí? Estaba muy complicado".

Para el caso de Oaxaca y Chiapas comentó que "el grosor de los muros son adobe o son doble ladrillo. La técnica constructiva en estos lugares no requiere paredes de estas dimensiones. ¿Por qué las utilizan? porque es un resguardo térmico. Son usos y costumbres y hay que adecuar. Las columnas no son suficientemente resistentes o no hay columnas".

También aseguró que en la Ciudad de México la combinación de un primer piso mal construido –generalmente usado como estacionamiento sin reforzar–, columnas mal hechas o insuficientes y el peso adicional fueron los principales elementos para el daño. "No sé porqué nos da el poner estos balcones aparatosos, pesados. Deberíamos de tener mucho menos estructuración", apuntó.

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