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En contingencia, ediles de todos los colores reparten despensas... y se promueven

Los apoyos sociales se entregan en bolsas con los nombres de los servidores públicos

La mañana del 29 de abril, un centenar de vecinos indignados de diversas colonias del municipio poblano de Amozoc se plantaron afuera de la casa del su alcalde, Mario de la Rosa, para exigirle que se les entregará despensas que su administración estaba repartiendo por la pandemia de COVID-19.

Los inconformes exigieron un derecho adquirido, el reparto equitativo en la entrega de ayudas; acto seguido, se dio instrucción de que se les dieran los apoyos y los quejosos se marcharon.

El hecho quedó registrado en diarios locales y en redes sociales, y pone en evidencia las prácticas de apenas uno de los cientos de ediles que han aprovechado la emergencia sanitaria para repartir todo tipo de ayudas desde despensas hasta dinero en efectivo, que han quedado plasmado como actos altruistas.

Pero, paradójicamente, en algunos casos se convirtieron en el único apoyo para la población más necesitada ante la falta de recursos de la Federación destinados a la pandemia y a la crisis, y que ya deja estragos en las finanzas municipales.

No importa el partido, las bolsas son guindas, azules, rojas o transparentes. En Tlacuilotepec, por ejemplo, también en Puebla, los ciudadanos se quejaron ante el gobernador por el reparto de despensas y pidieron su intervención para evitar que el alcalde Osvaldo Guzmán promocione su imagen personal, pues las bolsas ecológicas de color rojo que repartió tenían su nombre escrito con letras blancas.

Mientras el gobierno federal se ha empeñado en implementar una política de austeridad, los ediles han tenido también que reorientar recursos para este reparto, que podría convertirse en un boquete para la recuperación de la pandemia, o, en otros casos, han disminuido sueldos para adquirir las ayudas.

Por ejemplo, en Zapopan, el alcalde Pablo Lemus Navarro celebró que fueron reorientados 10 millones de pesos al DIF municipal para comprar 22 mil despensas; o en el ayuntamiento de Culiacán, de Jesús Estrada Ferreiro, se dijo que se descontarían entre 2 mil y 5 mil pesos a funcionarios municipales para la adquisición de productos básicos.

Otros reparten apoyos sin cumplir las medidas sanitarias recomendadas. Es el caso del presidente municipal de Comondú, en Baja California Sur, Walter Valenzuela, quien se ve en fotos repartiendo despensas, sin utilizar cubrebocas.

Pero la contingencia no sólo ha sido aprovechada por alcaldes, también diputados. Como en Baja California, donde Julio César Vázquez, legislador petista, repartió despensas, y unos días después dio positivo a las pruebas de COVID-19, por lo que pidió a la población beneficiada, extremar precauciones.

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