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El objetivo es seguir con vida dicen migrantes que piden asilo a EU

La abogada Nicole Ramos, directora del Proyecto de Derechos Fronterizos, explica que a las personas migrantes los van a mandar a centros de detención en Texas, Pensilvania o California. 

TIJUANA .- Negarse entrar a una pandilla, puede ser la diferencia entre la vida y la muerte para los jóvenes salvadoreños relata Edwin, joven de 15 años de edad originario de El Salvador. Llegó con el Viacrucis Guadalupano desde Tapachula, Chiapas a la frontera de Tijuana con Estados Unidos. Pide ayuda porque podrían matarlo.

Llegó con otros 43 migrantes de Honduras y Guatemala. "Mi papá me tenía que acompañar a la escuela, yo no podía andar solo" dice mientras mira a las cámaras.

Solo una mochila en la espalda es su equipaje, dejó todo atrás y no sabe lo que le espera una vez que se entregue a las autoridades norteamericanas que estudiarán su caso, e irá a parar quizá a un centro de detención, donde esperará que se resuelva su situación migratoria.

En el grupo también viene Leticia, mujer hondureña que viaja con sus hijos y huye de un esposo golpeador que ha hecho de su vida un infierno, teme por su seguridad y ante la inoperancia de las autoridades hondureñas, tuvo que escapar para salvar su vida y la de sus hijos.

Tampoco sabe lo que va a suceder pero el amor a sus hijos la motiva a enfrentarse a lo que le espera, aunque esto signifique separarse de ellos porque los adultos van a un centro de detención y los menores a otro.

Los acompaña la abogada Nicole Ramos, directora del Proyecto de Derechos Fronterizos y Leo Olsen, organizador del Viacrucis Guadalupano.

Nicole señala que a todos los que apoyan durante el cruce, los orientan en el proceso y continúan en sus casos hasta que encuentran a un abogado voluntario que los apoye.

Sabe que deberán sufrir para ingresar legalmente a Estados Unidos. Asegura que les esperan momentos duros, como si no fuera suficiente el trayecto por "La Bestia" hasta Tijuana, los asaltos y los abusos de las autoridades mexicanas.

"Van a estar primero en un lugar bajo control de Customs and Border Protection (CBP) ese es el punto donde el gobierno americano empezará a intentar romper el espíritu de los migrantes. Es un lugar frío, con poca comida, no hay suficiente leche para los niños y los servicios médicos no son buenos".

La abogada refiere que es un sitio en el que los oficiales los amenazan, les dicen que no tienen derecho para pedir asilo, que no tienen derecho un abogado ni a nada. Explica Ramos que después los van a mandar a centros de detención en Texas, Pensilvania o California.

Por tanto van a separar a las familias y "si una abuelita viene con sus hijas o sus nietas, la abuelita va estar encerrada, aunque no tenga antecedentes, va estar encerrada por lo menos 6 meses".

Dijo que siempre le dicen a los migrantes si sus casos tienen posibilidades de éxito o no.

Sobre todo porque no tiene sentido que intenten cruzar si no van alcanzar el asilo.

"El asilo no solamente es para una persona que sufre presiones políticas, hay cosas que ellos no pueden controlar como las pandillas, los cárteles u oficiales que son corruptos".

Se le preguntó sobre los niños que ya no van a poder aplicar por el asilo desde sus países de origen y explicó que fue cancelado el programa que permitía que no hicieran todo este trayecto.

Advirtió que es muy posible que empiecen a llegar más niños no acompañados porque el programe está cancelado, pero los niños no pueden esperar a que los maten, por eso es muy seguro que varios van empezar a hacer el viaje a las distintas fronteras.

En esta caravana llegaron seis niños sin padres y junto con todos los que llegaron a Tijuana cruzaron por la garita de El Chaparral hacia el Ped West.

Huyen de la violencia y su objetivo ya no es tanto el sueño americano, sino el de seguir con vida y vivir en paz.

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