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'Mexican moment' de las reformas, "es también hacia adelante"

Durante el foro  Para entender a México, organizado por El Financiero, Macario Schettino defendió el proceso reformador del presidente Enrique Peña Nieto y resaltó que lo que acaba de hacer México es algo que no ha hecho nadie.

CIUDAD DE MÉXICO.- El "momento mexicano" de las reformas estructurales quedó atrás en lo que se refiere a la aprobación y su inclusión en el marco jurídico; pero ese momento va también hacia adelante, porque están hechas y planteadas en un horizonte de muy largo plazo para el país, para la inversión y para el crecimiento, coincidieron los expertos y analistas Héctor Aguilar Camín, Macario Schettino y Jaime Sánchez Susarrey, en el panel "¿En dónde quedó el mexican moment?", moderado por el periodista Leonardo Kourchenko.

Durante la segunda edición del Foro "Para entender a México", organizado por El Financiero, Schettino defendió el proceso reformador del presidente Peña Nieto. Resaltó que lo que acaba de hacer México es algo que no ha hecho nadie: "El tamaño de las reformas que hicimos no lo ha hecho nadie en el mundo, salvo cuando hay guerra civil o invasión, pero nadie hace reformas como las que hicimos nosotros".

Destacó que en este momento no existe país en el mundo donde valga la pena invertir, más que en México.

Aguilar Camín comentó que el "momento mexicano" está también hacia adelante en el ámbito educativo, en telecomunicaciones, en lo energético. "Esa es una estructura de leyes, de obligaciones constitucionales, de órganos autónomos y de obligaciones de gobierno que le van a dar al país, en el mediano plazo, un horizonte de desarrollo equivalente al que le trajo el Tratado de Libre Comercio, en 1994".

Señaló que lo que necesitamos hacia adelante es un gobierno de mejor calidad, porque tenemos uno de mala calidad como consecuencia de nuestra vida democrática, ya que tanto en 2000 como en 2006 y 2012 elegimos como gobernantes a personas que nunca habían estado ahí y fueron imprudentes e improvisados. "Estas largas curvas de aprendizaje le han costado carísimo al país", dijo.

No obstante Sánchez Susarrey rebatió este punto al asegurar que no se puede responsabilizar a la ciudadanía de los buenos o malos gobernantes cuando quien pone a los candidatos es la clase política:
"En 2000, Fox era el candidato de la alternancia y fue buena opción; en 2006, Calderón era la opción ante el populismo de López Obrador y fue una buena elección, y en 2012, Peña Nieto representó la continuidad de las reformas y en eso no falló".

Dijo que sólo un presidente reformador tenía la llave para hacer las reformas: "Si hubiera ganado Josefina Vázquez Mota no hubiera sido posible, de tal manera que la sociedad no está tan atarantada".

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