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Ecosur exige suspensión del proyecto Malecón Tajamar

El Colegio de la Frontera Sur pidió que la zona sea restaurada y reforestada; dijo que Tajamar es remanentes de vegetación nativa que salvaguardaba especies en peligro de extinción, como cocodrilos, iguanas, aves, palma chit y los propios manglares.

CANCÚN.- Personal académico y estudiantes de las cinco unidades del
Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) se pronunciaron en torno al "ecocidio" en Malecón Tajamar y exigieron la suspensión definitiva del proyecto además de la restauración y reforestación del área por parte de la empresa inmobiliaria responsable de la devastación y el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).

Asimismo, como "muestra de obligación moral y profesional frente a este tipo de sucesos", Ecosur denunció a los particulares y a las diversas autoridades ambientales que permitieron o llevaron a cabo este ecocidio: Semarnat, Profepa, SEMA, DEGIRA, INECC, Fonatur y Sectur.

El colegio afirmó que las acciones que exigen deben comprometer al gobierno para que este tipo de "atentados contra la sociedad y la naturaleza no vuelvan a ocurrir".

El centro de investigaciones, que forma parte del Sistema de Centros Públicos de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tencología (Conacyt), hizo referencia a la destrucción de 58 hectáreas de terreno en el que había manglar y en el que se pretende construir un centro comercial, oficinas, estacionamientos, una iglesia y un desarrollo habitacional, entre otras cosas.

Indicaron que los humedales costeros como el manglar, pastos marinos, arrecifes coralinos y lagunas costeras, constituyen un continuo entre la zona terrestre y marina." En dicha transición la pérdida o deterioro de uno de estos sistemas inicia la eliminación de los otros; incluso en zonas cársticas, representan las pocas áreas de captación y reserva de agua dulce".

Adicionalmente," los manglares son zonas de alimentación, refugio y crecimiento de especies juveniles de moluscos, crustáceos, peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos, por lo que sostienen gran parte de los servicios ambientales, biodiversidad y producción pesquera", añade.

Asimismo, actúan como sistemas naturales de control de inundaciones y como barreras contra huracanes e intrusión salina, controlan la erosión, protegen las costas y mejoran la calidad del agua al funcionar como filtro biológico.

El manglar de Tajamar se ubicaba frente a la Laguna Nichupté y era," hasta hace poco, uno de los remanentes de vegetación nativa que salvaguardaba especies en peligro de extinción, como cocodrilos, iguanas, aves, palma chit y los propios mangles", señala Ecosur.

En México la protección de los manglares está regulada en la Norma Oficial Mexicana 022-SEMARNAT-2003, en la Ley General de Bienes Nacionales, en la Ley General de Vida Silvestre, específicamente en sus artículos 60 TER y 99, y en la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, en su Artículo 28, Fracción IX.

Agrega que en dichos marcos legales se establece la protección del manglar y de toda la unidad hidrológica (el manglar mismo, marismas y áreas terrestres adyacentes).

En caso de cualquier afectación provocada a éstos, en el Título "Delitos Contra el Ambiente y la Gestión Ambiental" Capítulo II "De la biodiversidad", el Artículo 420-Bis, Fracción I, del Código Penal Federal vigente se establecen las sanciones respectivas.

"Para la destrucción del manglar la normatividad marca que la flora y la fauna tienen que ser reubicadas, cosa que no sucedió. Esto es particularmente preocupante y contradictorio a unos meses de que se lleve a cabo en Cancún, la COP13 (Conferencia de las Partes) del Convenio sobre Diversidad Biológica)", indica el documento.

Finalmente Ecosur concluye. "pedimos que el gobierno, a través del presidente municipal de Benito Juárez, Paul Carrillo de Cáceres, el gobernador, Roberto Borge Angulo, y el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, se comprometan a que semejantes atentados contra la sociedad y la naturaleza no vuelvan a ocurrir".

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