CIUDAD DE MÉXICO.- El coordinador del Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados, Miguel Alonso Raya, aseguró que Marcelo Ebrard no es todavía un "muerto político" en el partido y que sigue siendo un "activo político" del perredismo.
"Marcelo no es un muerto político en el partido, ningún político se muere políticamente hasta que fallece; todo el tiempo a los políticos algunos medios los pueden dar por muerto, pero siempre resucitan, entonces, eso no es cierto", dijo.
Por eso "yo no lo daría jamás por muerto; además es un compañero al que yo respeto. Hemos sido diputados juntos en alguna ocasión, él llegó aquí por el PVEM en esa ocasión, en la LVII Legislatura, si no mal recuerdo, y nos tocó juntos hacer la travesura de suspender la comparecencia de Gurría como Secretario de Hacienda en aquel entonces, cuando estábamos discutiendo el Fobraproa, el dato, la cifra".
Y entonces "hemos sido muy buenos compañeros y lo seguimos siendo, entonces, yo, darlo por muerto, no; y además está muy joven.
-¿Pero ya no cabe en el PRD?
-Claro que cabe en el PRD, como caben otros que también estaban en las listas y que no quedaron, no todos caben en las listas.
-Marcelo no cupo ya...
-Bueno, en esta ocasión no, todavía no se resuelve lo del D.F., se seguirá trabajando y se seguirá viendo…
-¿Pero dónde lo ve? ¿como candidato que busque el voto?
-Eso lo resolverán los órganos de gobierno del partido, ahora el Consejo Nacional tomó las determinaciones que tenía que tomar y esa es una cosa que no se puede revertir. Yo lo que digo es que el hecho de que no haya sido incluido en las listas no quiere decir ni que esté muerto ni, desde mi punto de vista, que esté excluido, o que por eso deba irse o se vaya a ir del partido; son parte de lo que a todos nos toca, a veces le apostamos y nos inscribimos y bueno, pues no todo el tiempo tenemos éxito.
-¿Es aún Marcelo un activo político del PRD?
-Yo creo que sí es. Yo insisto que nadie de nosotros, si teniendo él los votos internamente suficientes para poder ubicarse como candidato, nadie tendría porqué obstaculizarle el camino. El problema es, insisto, cuando eso pasa porque tal o cual expresión en concreto tenga que poner los votos que corresponden para efectos de asignarle un lugar. Esa es la dificultad. Ese es el problema.
"El asunto no es si lo consideramos o no activo. El problema es si el conjunto está dispuesto a ceder el lugar o no o cargárselo a una expresión. En realidad, porque todo mundo lo que quería era que, en todo caso, nosotros lo cargáramos, para no darle vueltas al asunto. Ese es el problema. Y eso también nos crea un problema interno a nosotros. No es la cuestión de no querer. ¿Y los otros aspirantes nuestros, cómo le hacemos?", planteó.