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Desplazados por el conflicto armado, 22 años sin tierra donde vivir

Los campesinos originarios de las Cañadas de Ocosingo que desocuparon sus tierras para involucrarse en el la lucha que emprendió en la región integrantes del EZLN llevan dos años sin un lugar para vivir. 

CHIAPAS.- Un grupo de 15 familias originarias de las Cañadas de Ocosingo, quienes los primeros meses de 1994 decidieron abandonar sus comunidades para involucrarse en el la lucha que emprendió en la región integrantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), llevan dos décadas viviendo en el abandono.

Los gobiernos estatal y federal crearon un fideicomiso que contempla la compra de un terreno donde asienten su nuevo centro poblacional para estas familias, sin que a la fecha el gobierno de Chiapas derogue los 3 millones de pesos que se requieren para concretar el proyecto.

Fidelino Ruiz Hernández, representante de los campesinos, casi todos indígenas tseltales, y una comisión de los desplazados, acudieron el pasado 30 de diciembre a las instalaciones de la delegación en Chiapas de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indios (CDI), en donde les informaron que la aportación del gobierno federal para la compra del terreno se encuentra disponible desde mediados de 2015.

Se trata de 12 millones 175 mil 180 pesos, que forma parte de los "Apoyos para el Acceso a los Derechos de Indígenas Desplazados".

Sin embargo, explicó Ruiz Hernández, funcionarios del CDI les explicaron que el gobierno del estado de Chiapas incumplió en la aportación de 3 millones de pesos que correponde a su aportación para la compra del terreno. De no liberarse este recurso a más tardar este 31 de diciembre, los recursos federales se regresarían a la arcas y tendría que realizarse una nueva gestión.

Por ello, los campesinos desplazados enviaron un oficio a Daniel Sandoval Jafif, subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda del estado, en donde le piden dé instrucciones para que se libere el recurso "a fin de evitar que se cancele la aportación del gobierno federal".

Desde que salieron de la región de las Cañadas, los indígenas han sobrevivido empleándose como peones en la construcción y en las labores del campo. Fue hasta 2012 que mediante la Ley para la Prevención y Atención del Desplazamiento Interno para el Estado de Chiapas, lograron su reconocimiento como desplazados por el conflicto armado, y empezaron la gestión para conformar un nuevo centro de población.

Las tierras que dejaron en las Cañadas de Ocosingo ya fueron ocupadas por otros campesinos.

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