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Corrientes han socavado institucionalidad del PRD, asegura Basave

A través de un documento llamado Libro Amarillo, Agustín Basave hace un diagnóstico del PRD; ahí señala que la identidad del partido se ha desdibujado, "no por las alianzas como se pronosticaba, sino los actos de corrupción" en sus gobiernos.

CIUDAD DE MÉXICO.- Agustín Basave, expresidente nacional del PRD, aseguró que las corrientes internas del PRD han dejado de ser grupos de opinión para convertirse en grupos de presión que han socavado la institucionalidad del partido y generado esquemas que hacen casi imposible desarrollar una vida partidista fuera de ellas.

En un documento denominado Libro Amarillo, en el que el exdirigente perredista hace un diagnóstico de la situación que actualmente vive el sol azteca (del cual El Financiero tiene una copia), y ahí señala que "el PRD ha aprendido a vivir al filo de la reyerta".

Basave se refiere a las corrientes internas del PRD y asegura que actúan como si cada una de ellas fuera un partido político que está incorporado al Comité Ejecutivo Nacional, pero que "no han logrado contrarrestar el sistemático conflicto e indisciplina que caracteriza nuestra vida interna, haciendo cada vez más precaria la gobernabilidad del partido".

Asimismo señala que antes de la consolidación de este "parlamentarismo" interno, los problemas de gobernabilidad eran enfrentados por "caudillos" con un considerable margen de maniobra metaestatutario.

"Eran los tiempos de Cuauhtémoc Cárdenas y de López Obrador. Luego apareció Nueva Izquierda –corriente hegemónica-, capaz de dirigir el curso de la agenda legislativa y de la política de alianzas".

Sin embargo, Basave Benítez señala advierte del "agotamiento" del esquema de las corrientes como modelo de dirección del PRD y la necesidad de llevar a cabo una reforma profunda que cambie su estructura y recupere la fuerza de su tradición democrática y para ello "es imprescindible acabar con la endogamia perredista y tender puentes a la sociedad civil".

El exdirigente, que a partir de hoy regresa a ocupar su curul en la Cámara de Diputados, se refiere también a la labor legislativa de su partido y expresa que "los grupos parlamentarios no deben actuar como si estuvieran desvinculados del partido. Nuestras bancadas locales no se deben subordinar a los intereses de los gobernantes en turno".

Tras señalar que la presidencia del PRD está plagada de debilidades, Basave propone que, entre las nuevas funciones de la dirigencia esté la de nombrar y remover a los coordinadores de las bancadas perredistas, la capacidad para nombrar al menos a los titulares de las secretarías de Finanzas, Organización, Electorales y Comunicación y contar con capacidad de veto.

Asimismo, contar con la capacidad de definir candidaturas a cargos de elección popular en situaciones extraordinarias y poder de interlocución con el gobierno federal.

Sobre la situación financiera del PRD, a la que califica de "difícil", Basave propone que el gasto esté orientado al cumplimiento de metas y objetivos, al uso racional y transparente de los recursos y a la adopción de "buenas prácticas de la izquierda".

En otro capítulo de este Libro Amarillo, Basave establece que "la identidad de nuestro partido se ha desdibujado, pero no por las alianzas electorales como se pronosticaba, sino los actos de corrupción que siguen presentes en la vida de nuestros gobiernos y por la subordinada cercanía de algunos dirigentes al gobierno federal".

Aunque señala también "las consecuencias imprevistas del Pacto por México y el surgimiento de Morena, que han puesto en duda el proyecto histórico e ideológico del PRD".

Sobre el futuro cercano, el exdirigente advierte tres escenarios: una alianza de amplio espectro, incluido el PAN; una alianza con las fuerzas de izquierda, "lo cual implicaría ineludiblemente que el candidato a la Presidencia fuera Andrés Manuel López Obrador o ir con un candidato propio, un candidato perredista bien posicionado", pero señala que "no deberíamos permitir el tercero, el de ir sin alianza".

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