:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elfinanciero/QXLJTSGLQADRICMDXWML4FG5EQ.jpg)
En México, el racismo ha sido invisibilizado, sin embargo, ha llegado el momento de pasar de una visibilización incómoda de este problema a políticas públicas que incluyan su combate señaló un especialista tras presentar el estudio "Por mi raza, hablará la desigualdad".
Se trata de un informe elaborado por la asociación civil Oxfam, en colaboración con académicos del Colegio de México, donde se señala que factores como el color de piel, el género y el ser indígena determinan que las personas sean vulnerables a una mayor desigualdad.
El investigador Patricio Solís, uno de los autores, reveló que contar con alguno de esas características es causa de desigualdad, cuando se combinan dos o más las posibilidades son aún mayores.
Por ejemplo, explicó que las mujeres tienen 42 por ciento menos posibilidades de alcanzar un nivel superior de riqueza, que aumenta a un 60 por ciento en el caso de las mujeres negras o mulatas. En el caso de mujeres que se autodefinen como indígenas, pero no hablan la lengua, las posibilidades se reducen a un 68 por ciento, y a un 71 por ciento para aquellas que sí la hablan.
"En las tres dimensiones de hablar una lengua indígena, identificarse dentro de una comunidad indígena, negra o mulata, o tener color de piel más oscuro resultan en probabilidades menores de avanzar en el sistema educativo, progresar en el ámbito laboral o pasar a la parte más alta de la distribución de la riqueza", apuntó.
En ese sentido, Patricio Solís aseguró que para poder enfrentar el racismo que existe en el país, uno de los primeros pasos es reconocer que el problema existe y buscar políticas públicas que atiendan las alertas.
"Tenemos que darle dientes a las políticas públicas", afirmó.