TUXTLA GUTIÉRREZ.- Maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Chiapas exigieron al gobierno federal un acuerdo formal y escrito que contemple la propuesta de suspender de facto la aplicación de la reforma educativa en la entidad, a cambio del regreso a clases.
Esta propuesta del gobierno federal, de acuerdo a los líderes de la Coordinadora, se los hizo, de forma verbal, el exsubsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda Nava, ahora secretario de Desarrollo Social.
Los profesores disidentes sostuvieron una asamblea este miércoles, en la que contabilizaron los acuerdos de la consulta que hicieron en las más de 800 delegaciones, sobre aceptar, o no, el acuerdo no formal que les hizo el gobierno federal a través de Miranda Nava.
Sin embargo, la discusión –señalaron los asistentes- giró en torno a la falta de garantías formales por parte del gobierno federal, para cumplir lo que hasta ahora calificaron como "una promesa" de las autoridades.
"No podemos dar por cierta la posibilidad siquiera de que el gobierno federal realmente vaya a suspender la aplicación de la reforma, cuando el secretario de Educación (Aurelio Nuño) ha declarado que eso no está a discusión. El gobierno federal tiene un doble discurso, por una parte Nava, y por otra Nuño", dijo Emilio Robledo, maestro de la región fronteriza.
Este escenario dijo que el sentido de la votación, sobre todo de la zona indígena, fuera la negativa a levantar el paro laboral y continuar con las manifestaciones en el estado.
"Rechazamos los ofrecimientos verbales. Rechazamos sus condicionamientos porque no tenemos nada, no garantiza nada. No confiamos en los profesionales de la mentira y el engaño sistemáticos acompañado de represión policiaco-militar", sostuvieron maestros de la zona norte de las etnias chol y tseltal.
Los maestros disidentes exigieron "garantías de que cumplirá el acuerdo verbal. Que se realice una conferencia de prensa conjunta CNTE-Segob, informando al pueblo de México las condiciones y términos políticos en que se pone fin a la huelga. Que los puntos de carácter laboral queden minutados. No confiamos en los profesionales de la mentira y el engaño sistemáticos acompañado de represión policiaco-militar".
Por ello, la CNTE en Chiapas dio un plazo de dos días –este jueves y viernes- para que el gobierno federal responda a su solicitud. Como medidas de presión, dijeron, que mantendrán las manifestaciones afuera de las oficinas públicas educativas en el estado.
El próximo viernes reanudarán su asamblea.
Cabe señalar que de acuerdo a los líderes magisteriales, el gobierno federal los emplazó a responder de manera positiva a su propuesta, a más tardar el próximo sábado 9. De ser negativa –señalaron los disidentes- les advirtió que utilizaría la fuerza pública para levantar el campamento que los maestros tienen en la plaza central de la capital del estado, e impedir toda manifestación.