Nacional

CNDH emite recomendación a Secretaría de Seguridad por tortura a una persona en Guerrero

La comisión determinó que en el caso, ocurrido en 2015, las lesiones ocasionadas a la persona fueron infligidas de manera innecesaria para su detención.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió este miércoles una recomendación al secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, en la que acredita violaciones al derecho humano a la integridad personal por actos de tortura contra una persona en Arcelia, Guerrero.

En los hechos, que ocurrieron en 2015, se determinó que las lesiones que la persona agraviada presentó en el rostro y varias partes del cuerpo fueron infligidas de forma innecesaria para su detención y sometimiento.

La Recomendación 80/2018 señala que los actos son atribuibles a los elementos de la Policía Federal que participaron en los hechos, quienes no aportaron evidencia alguna para acreditar su versión de que dicha persona les apuntó con una pistola e intentó huir, por lo que fue necesario aplicar técnicas de desarme para someterlo.

La CNDH solicita al Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana que, en coordinación con la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, se repare el daño a la persona afectada, se le brinde atención psicológica y se le inscriba en el Registro Nacional de Víctimas.

Además, la comisión señala que la dependencia federal debe colaborar en la denuncia y queja que se formulen ante la PGR y la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Federal, respectivamente; además de capacitar al personal de la Policía Federal en materia de derechos humanos para erradicar la tortura y prevenir detenciones y aseguramientos que no se ajusten a la legalidad y que afecten la integridad de las personas.

De acuerdo con la queja presentada por la víctima ante este Organismo Nacional, mientras descansaba con su familia en un hotel ubicado en Arcelia, Guerrero, agentes de la Policía Federal (PF) ingresaron a su habitación, lo golpearon y al intentar quitarle dos anillos le desprendieron el segundo dedo de la mano derecha.

Tras sacarlo del inmueble, lo subieron a una patrulla donde continuaron lesionándolo; de acuerdo con su declaración, cuando estaba derribado, un policía federal se subía encima de él y le echaba agua en el rostro, mientras le exigía que se pusiera otro nombre y les señalara un domicilio donde había gente armada.

Tras lavarle el rostro y cambiarle la playera, fue llevado a las instalaciones de la PF en Iguala, donde un médico le suturó una herida en el ojo. Luego fue trasladado a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada de la Procuraduría General de la República (PGR), en la Ciudad de México. Actualmente se le sigue proceso como probable responsable de delitos contra la salud y portación de arma de fuego sin licencia.

Al respecto, la CNDH señala que se debe investigar, procesar y, en su caso, sancionar a aquellas personas que cometan faltas o delitos, pero dichas acciones tienen que apegarse al marco legal y respeto a los derechos humanos.

La Opinión Médica Especializada, elaborada por la CNDH con base en el Manual para la Investigación y Documentación Eficaces de la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes "Protocolo de Estambul", y la revisión de diversas certificaciones médicas son coincidentes en indicar que las lesiones y los señalamientos de la víctima respecto de la forma en que fue detenida son coherentes y verosímiles respecto del tiempo y forma en que ocurrieron los hechos.

También lee: