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Bronco, candidato que reta a los partidos en NL

Comerciantes, taxistas y amas de casa cooperan para apoyar la campaña electoral de Jaime Rodríguez Calderón, alias el Bronco; el candidato independiente recibe menos dinero y espacios en TV.

MONTERREY.- En mítines políticos vemos cómo los partidos reparten playeras, gorras, banderas, tortas, bebidas y otros souvenirs, pero en esta campaña en Nuevo León el candidato a gobernador en vez de dar, recibe dinero de los electores.

En pocos minutos Bronco, alias de Jaime Rodríguez Calderón, junta 18 mil pesos que una asistente suya echa en un bolso en un acto que concentra a 400 seguidores.

-Necesitamos un candidato cabrón, como tú -le dice un taxista que abrió su cartera para darle un billete de 100 pesos.
-No les voy a fallar, raza- responde Bronco.

Para este proceso electoral al candidato independiente le tocan menos de 33 mil 300 pesos, tres spots en televisión y 20 en radio, mientras que para sus dos contrincantes, del PRI y PAN, hay una bolsa de hasta 60 millones de pesos para cada uno, tres mil spots en TV y ocho mil en radio.

Bronco es un hombre de 58 años, extrovertido, carismático, lépero, dicharachero, entrón, sensible, pragmático y ranchero con botas echado para adelante.

-¿Como Fox?, ¡No, ni madres! ése tipo era un mentiroso.
Las televisoras locales no cubren sus actos de campaña, las radiodifusoras tampoco y es raro que aparezca en los periódicos.
-Porque no soy negocio para ellos- dice ante sus simpatizantes.
Aún así Bronco ya desplazó del segundo lugar al candidato del PAN, Felipe de Jesús Cantú, de acuerdo con la encuesta El Financiero-Parametría, y se acerca a Ivonne Álvarez, del PRI, quien va en primer lugar. En los cafés, eso sí, en mercados, tianguis, restaurantes, taxis la gente habla de él.

Cuando no está en mítines o reuniones, seis o siete de cada 10 minutos Bronco los pasa respondiendo mensajes en Twitter, Feis y WhatsApp a personas que ni siquiera conoce, pero que pudieron tener su número de teléfono porque reparte tarjetas personales o porque lo tienen en sus redes sociales.

En la última hora en que hablaba ante un grupo de menos de 30 personas, uno de sus dos celulares registra unas 60 llamadas perdidas y cerca de 100 mensajes en WhatsaApp de números desconocidos que intenta responder uno por uno en camino hacia otra comunidad.
-Acá en Monterrey sabemos dónde se esconden los dealers (narquillos)- se lee en su celular.

-Ya vamos a llegar al gobierno y tu información la vamos a usar. Así acabamos con el Chipiturco (líder de la plaza Zeta en NL)- responde mientras nos trasladamos con él a una charla que sostendrá con alumnos de una universidad privada, a bordo de su camioneta, que conduce Carlos Guevara, su jefe de escoltas, quien fue el que le dio la noticia, cuando aún era candidato del PRI a la alcaldía de García, de que habían secuestrado a su hija (Valentina de dos años).

Con la información que recabó de la gente, Bronco agarró un cuerno de chivo y se metió en los suburbios a buscar a los dealers para enviar mensajes a los jefes Zetas de que si su hija no aparecía con vida, los encontraría debajo de las piedras y los haría pedacitos. Horas más tarde recibió llamadas anónimas:
-Ya bájale.
-Si la matas te cargó la chingada.

En la noche, sin embargo, la niña fue tirada en un paradero sana y salva. No cambió el tono de su campaña de acabar con los criminales. Ya como candidato electo su hijo mayor –de siete en total– desapareció y lo encontró muerto 15 días después.

El exparrillero de un restaurante en Monterrey recuerda haber visto a Bronco ya como alcalde, en un barrio de García, municipio de 40 mil habitantes, con una ametralladora llegando a puntos clandestinos de venta de alcohol.
-¿Quién de ustedes vende droga? Dejen de envenenar a la chaviza- decía con las cejas arqueadas.

Los puntos de venta de alcohol se habían convertido en narcotienditas que colocaron a Nuevo León como el estado más inseguro del país en 2009. Así fue como Bronco pudo clausurar cerca de 250 puntos de venta de droga, sacó de circulación más de mil 200 taxis pirata, echó de la policía a 120 agentes ligados al crimen, cesó a elementos que el mismo cachó a la hora en que extorsionaban a automovilistas.

Rescató a mil 250 jóvenes del crimen. Uno de ellos ahora hace videos a candidatos independientes y además les ayuda a entrar en barrios bravos, en los que cuando otro candidato quiere pasar, lo paran en seco: "Aquí no entras. Aquí es territorio Bronco".

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Ahora como candidato a gobernador, Bronco, quien sufrió dos atentados durante su trienio como alcalde, todavía habla de soluciones a problemas cotidianos en las familias; los temas macroeconómicos no están en su discurso a menos que alguien lo cuestione.
-No vamos a dejar postes sin luz porque la oscuridad genera miedo y detona las mañas. Yo no tengo miedo porque mi mamá nunca me dijo te va a comer el coco.

Así recorre Bronco el estado. Hay un sector también que no lo quiere. Hasta lo siente misógino. "Está bien loco ese canijo. Y además no es independiente, es cercano al PRI", comentan entre sí un grupo de mujeres jóvenes a la hora de beber cerveza en un restaurante.
Pero él se defiende:
-Yo me cansé de esos priistas (renunció en septiembre después de 34 años). El PRI se llenó de juniors, ven los cargos públicos como herencia. Si acabé con Los Zetas por el feis, también voy a acabar con los partidos políticos.

Lo que ocurre en Nuevo León es inédito en el país. Al primer candidato independiente a gobernador con posibilidades de triunfo le ayudan comerciantes, matrimonios, muchachos, ancianos. Hacen coperacha para pagar gastos de los mítines: alquilan audio, mandan a hacer playeras con la impresión del pescuezo y la cabeza de un caballo, contratan auditorios, llegan con mantas a mítines que ellos mismos mandan imprimir y otros seguidores se las quieren comprar. Artistas famosos le cantan corridos, publicistas le trabajan gratis, señoras de la tercera edad oran por él. Son los amigos de Bronco.

La gente de Nuevo León, con el índice más bajo en pobreza y de menor analfabetismo, nos muestra que quiere votar contra los partidos y a favor, también, de un candidato independiente que aunque apenas hace medio año rompió con el PRI cree en él por lo que hizo como alcalde y porque éste siempre mostró sus desacuerdos de manera abierta con el gobernador de su propio partido. Su mejor carta, sin embargo, es haber vencido a lugartenientes del cartel más sanguinario del país. "Estamos hartos de tanta corrupción e impunidad", predomina entre la gente que va acercándose a sus mítines. Y Bronco asegura que en caso de ganar ni siquiera permitirá las comidas de sus colaboradores con gasto al erario.

A las personas le gustan los héroes y es como miran a Jaime Rodríguez Calderón.

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