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Beltrones, un "político de oficio y una sola palabra"

El presidente electo del PRI, Manlio Fabio Beltrones, se enlistó en el padrón de militantes del partido desde los 16 años; sus compañeros lo consideran un conocedor del sistema político.

CIUDAD DE MÉXICO.-  A los 10 años ya admiraba y observaba con atención hablar a los señores de la política. Ya leía periódicos. A los 16 se enlistó en el padrón de militantes del PRI. Como hombre de poder y del sistema, formado junto y por los personajes más conocidos de la política mexicana, Manlio Fabio Beltrones es hoy el mayor conocedor "de los cielos y de las cañerías" del poder en México.

Eso hace hoy al hombre que "tiene la precisión de un basquetbolista frente al aro, en el que practica para relajarse; el que tiene con los partidos de oposición el don del acuerdo confiable, con una mano suave y amable, como cuando canta un bolero de los que tanto le gustan; y el que tiene el orden y la disciplina que le dejó su formación militar en familia, y la preparación en política de los hombres del servicio de inteligencia y seguridad nacional, como Fernando Gutiérrez Barrios, entre otros", nos lo describe uno de sus más cercanos, el diputado guerrerense Manuel Añorve Baños.

"Manlio es un profundo conocedor del sistema político mexicano. Manlio sabe perfectamente bien el valor de la palabra en la política. Es un político incluyente que conoce bien al Partido", nos transmite Emilio Gamboa Patrón.

El hombre sin grandes títulos de universidades extranjeras, pero de una memoria, estilo y preparación envidiables, formado siempre en escuelas públicas, es la imagen de otra instantánea que dibuja la senadora priista de Sinaloa, Diva Gastélum, presidenta del Organismo Nacional de Mujeres Priistas.

Cuenta que aunque hijo de padre agricultor –don Rómulo Beltrones, sonorense- quien lo formó más fue doña Beatriz Rivera, su madre, hija de padre español.

"Por eso Manlio siempre hace referencia a dos mujeres, a su madre y a su abuela, cuando habla de su formación. Eso lo hace hoy un hombre taquillero. Es hasta confidente. Ser Beltrones es ser brillante en la vida y en la política, con habilidad y capacidad para dirigir".

"Político de oficio, de entrega, disposición, con palabra, honestidad, que respeta las ideologías, criterios y propuestas", lo retrata hasta el panismo, en voz de su líder en San Lázaro, Marcelo Torres.

Desde la izquierda, el coordinador de los diputados del PRD, Miguel Alonso Raya, lo delinea:

La percepción en el colectivo es la del político mañoso, marrullero, de colmillo retorcido, al que no fácilmente se le tiene confianza ni cae bien a la gente. Pero en la negociación es un hombre de una sola palabra. Es un hombre de certezas, con quien se puede dialogar y encontrar salidas a las diferencias

Con todo eso "es el mayor conocedor de los cielos y de las cañerías del poder, porque es un hombre del Estado, aquel que sirve al Estado, que trabaja para el Estado".

Sus momentos críticos y de mayor polémica han sido su enfrentamiento con Elba Esther Gordillo, en el que "ambos desnudaron sus manejos de lo más alto y hasta de los subterráneos del sistema político".

Formado en la vieja clase política, pero "con una gran capacidad y un esfuerzo permanente por adaptarse y ponerse a tono de los tiempos, sin romper y cuidando siempre la disciplina".

De las acusaciones en su contra, desde el más reciente cobro de los famosos "moches" a gobernadores y presidentes municipales, y hasta de su participación en actividades del narcotráfico, hace décadas, "simplemente quien acusa debe presentar pruebas de las denuMncias, lo que no se ha hecho y todo ha quedado en el nivel mediático".

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