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Basílica de Guadalupe ofrece por primera vez misa en náhuatl

Por primera vez, la Basílica de Guadalupe ofició una misa en náhuatl, la lengua indígena de 1.4 millones de personas y la más hablada del país, liturgia que fue encabezada por el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez.

La Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México fue escenario este martes de una ceremonia inédita al oficiarse por primera vez la misa en náhuatl, la lengua de 1.4 millones de personas en México y la indígena más hablada en el país.

La misa fue oficiada por Víctor Sánchez Espinosa, arzobispo de Puebla y presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica.
Entre flores, sahumerios, bailes, vestidos y trajes multicolores, 20 diócesis del país hablantes del náhuatl se reunieron para escuchar misa en su propio idioma.

La celebración litúrgica fue también un reconocimiento a los pueblos originarios y al idioma del indígena Juan Diego, a quien según la tradición católica se le apareció la Virgen hace casi cinco siglos.

La homilía de la misa correspondió a monseñor Felipe Arizmendi, obispo de San Cristóbal de las Casas y responsable de la Dimensión de la Cultura del Episcopado Mexicano, quien dijo que por años se despreció e infravaloró a los pueblos indígenas.



"En vez de aceptar, respetar, valorar y promover la cultura de nuestros pueblos originarios, en particular su idioma, los hemos despreciado, infravalorado; los hemos calificado de dialectos, como si fueran una subcultura", dijo en la homilía el obispo Felipe Arizmendi, quien habló en español, pero sus palabras traducidas de inmediato al náhuatl.

La Basílica recibió a decenas de indígenas con sus coloridos trajes que participaron de la ceremonia.

"Dios quiere hablar a los pueblos en su propio idioma", dijo el obispo y aseguró que la Virgen de Guadalupe le habló en náhuatl a Juan Diego, el primer santo indígena. El papa Juan Pablo II lo canonizó en 2002 en la misma Basílica.

"La Virgen María, que escoge a un náhuatl, Juan Diego, expresión de un pueblo pobre y oprimido, que se siente marginado, despreciado y sin esperanza, que no se valora ni se tiene confianza, que dice ser cola y escalera para que otros lo pisen y suban, que se considera que nada vale ante los grandes de la tierra".

Al dar la bienvenida a la misa que por primera vez se presenta el texto aprobado por la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Sánchez Espinosa dijo que "el Papa Francisco, conoce ya de este texto y nos ha animado a proseguir en este servicio de traducir a nuestras lenguas indígenas los textos litúrgicos".

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